"La decisión de Moody's de confirmar el 'rating' de Reino Unido sigue a los resultados del referéndum sobre la independencia de Escocia, que mantienen los 307 años de unión y, por tanto, preservan el actual marco institucional y fiscal", ha dicho en un comunicado.
Aunque "el proceso político que seguirá adelante llevará probablemente a la devolución de poderes a Escocia y a algunos cambios en las transferencias fiscales", Moody's ha considerado que "no tendrá un impacto material en la calidad de las instituciones de Reino Unido o en su fortaleza financiera".
Moody's, no obstante, ha explicado que "la fortaleza del perfil crediticio de Reino Unido no habría cambiado materialmente en el caso de que Escocia hubiera conseguido la independencia y, por tanto, ese evento habría sido neutral en cuanto al 'rating'".