El hombre, que recibió un mordisco del escualo en una pierna, fue trasladado hasta la orilla por otros bañistas que se encontraban en la playa. Un abogado intentó reanimarlo pero sufrió un ataque al corazón y fue declarado muerto por los servicios de emergencias. Este testigo asegura que vio al animal, de unos 15 metros, en el agua donde quedó un gran charco de sangre.
La Policía ha cerrado las playas cercanas durante 24 horas, en el extremo más oriental del continente australiano, y ha interrogado a un buen número de testigos del ataque, con la intención de esclarecer los hechos.
La esposa del fallecido estaba en la playa cuando ocurrió el ataque. Una testigo, Michelle Campano, dijo que "fue tan horrible... estábamos nadando y conseguimos salir del agua gritando. Creo que toda la ciudad está en estado de shock".
En los últimos meses se han registrado varios ataques de tiburones en las playas de Australia --y hasta seis personas han fallecido en los últimos tres años--. El pasado mes de abril, una mujer murió cuando nadaba en una playa de Tathra, también situada en el estado de Nueva Gales del Sur.