Mueren 35 insurgentes en combates y un bombardeo estadounidense en Helmand

AGENCIA EFE 04/04/2009 07:28

Según un comunicado de la coalición, 20 insurgentes perdieron la vida ayer durante una acción militar en el marco de "la serie de continuas operaciones" lanzadas en el distrito de Kajaki de Helmand, donde según los datos ofrecidos por los mandos militares y el Gobierno afgano han muerto esta semana unos 85 talibanes.

Las tropas estadounidenses, con el apoyo de las fuerzas de seguridad afganas, estaban patrullando la zona -"conocida como un bastión talibán"- cuando fueron emboscadas por los insurgentes con disparos de mortero y de armas ligeras, según EEUU.

Las fuerzas aliadas abrieron fuego también pero tuvieron que pedir el apoyo de la aviación estadounidense, que bombardeó la zona y destruyó "seis posiciones del enemigo".

En la operación no se registraron bajas de civiles ni de fuerzas afganas o estadounidenses, según el comunicado.

"Los insurgentes en el distrito de Kajaki son conocidos por estar implicados en la fabricación de bombas, el contrabando de armas, actividades de narcotráfico y ataques directos contra las fuerzas afganas y de la coalición, además de intimidación a los lugareños", aseguró la comandancia de EEUU.

Horas más tarde la coalición emitió un nuevo comunicado en el que aseguró que sus tropas, junto al Ejército afgano, dieron muerte hoy a 15 insurgentes, también en Kajaki, en una operación en la que recuperaron armas y un gran cargamento de adormidera, planta con la que se elabora el opio, principal fuente de financiación de los talibanes.

El pasado 1 de abril la coalición ya informó de la muerte de otros 20 supuestos talibanes en un bombardeo en el mismo distrito, y dos días atrás la Policía afgana y las tropas de la OTAN acabaron con la vida de 30 insurgentes, según el Gobierno de Afganistán.

La sureña Helmand, junto a la vecina Kandahar, es uno de los feudos de la insurgencia talibán y las tropas de EEUU, así como las de la OTAN -predominantemente británicas en la zona-, acostumbran a lanzar fuertes ofensivas contra los integristas.

En muchas ocasiones reciben el apoyo de las fuerzas afganas, que Washington quiere apuntalar con el envío adicional de 4.000 soldados -al margen de los otros 17.000 que ya había decidido desplegar- para entrenarlas y asesorarlas.