Los soldados estaban patrullando por el distrito de Nahr Surkh cuando fueron atacados por un grupo de talibanes con armas ligeras y lanzagranadas, arma que usan a menudo contra los convoyes y blindados.
Según un comunicado de la coalición liderada por EEUU, los militares abrieron fuego con armas pesadas y acabaron con la vida de cinco supuestos insurgentes, mientas el Ejército afgano inspeccionó el recinto donde se refugiaban y destruyó el abundante armamento que encontró.
"El Ejército afgano acabó con la amenaza insurgente en la zona, al tiempo que mantuvo a los civiles al margen de los combates", dijo un portavoz de la coalición de EEUU en la nota.
Las tropas estadounidenses lanzan a menudo ofensivas junto a las fuerzas de seguridad afganas, a las que están intentando ceder más protagonismo, aunque el peso de las operaciones sigue recayendo en los Ejércitos extranjeros, mejor equipados.
Ayer, cuatro soldados de la OTAN -dos lituanos y dos estadounidenses- y uno de la coalición murieron en combates contra los insurgentes talibanes en una provincia oriental.
Tanto el este como el sur de Afganistán, especialmente las provincias de Kandahar y Helmand, son las zonas con mayor presencia de talibanes, que recientemente amenazaron con más ataques suicidas y emboscadas contra las tropas extranjeras y las fuerzas afganas.