Fuentes de la Liga Musulmana de Todo Pakistán (APML) --el partido de Musharraf-- han indicado que en un primer momento fue atendido en su casa tras un dolor en su espalda, si bien fue trasladado posteriormente a un hospital.
El expresidente fue brevemente hospitalizado el 11 de febrero tras quejarse de dolores en la espalda y una pierna, si bien los médicos descartaran problemas de gravedad.
El Tribunal Antiterrorista de Quetta absolvió en enero a Musharraf de su presunta implicación en el asesinato en 2006 de Nawab Akbar Bugti, un dirigente separatista de Baluchistán. El expresidente estaba acusado de haber ordenado su muerte.
Bugti murió el 26 de agosto de 2006 durante una operación militar ordenada por Musharraf, quien era entonces presidente y jefe de las Fuerzas Armadas.
El juez Gauhar también ha rechazado la petición del hijo mayor de Bugti, Nawabzada Jamil Akbar Bugti, para exhumar el cuerpo de su padre y realizar pruebas de ADN para corroborar que es realmente su padre.
El abogado de Bugti criticó la sentencia y el proceso de investigación. "Todo el mundo sabe lo que ocurrió. Creemos que los responsables deben ser castigados. No estamos satisfechos con el juicio y vamos a recurrir", afirmó.
El expresidente se encuentra en libertad provisional y tiene pendientes otros casos como el del asesinato de la exprimera ministra Benazir Bhutto, el asedio a la Mezquita Roja de Islamabad o la detención de jueces durante su mandato.