Miles de ciudadanos yemeníes se han manifestado por separado el viernes para mostrar su apoyo o su rechazo, respectivamente, a la vuelta al país del mandatario yemení, Alí Abdulá Salé.
Los manifestantes antigubernamentales han señalado que el día es el 'Viernes de la prometedora victoria', mientras que los progubernamentales han calificado el día como 'Viernes del martirio'. Yemen se encuentra envuelta en una crisis política desde que estallaron protestas populares a finales de junio siguiendo el ejemplo de las vividas en Túnez y Egipto.
Salé, junto con otros 87 miembros del Ejecutivo, abandonó el país con destino a Arabia Saudí a principios de junio para ser tratado de las heridas que sufrió en un atentado contra el palacio presidencial en la capital, Saná.
El portavoz del Gobierno yemení, Abdu al Janadi, dijo el jueves que el mandatario regresaría al país una vez que finalizara la investigación sobre el ataque, lo que ha provocado que se reproduzcan las manifestaciones a favor y en contra de su vuelta.
En las horas posteriores al anuncio, el Consejo Nacional --recientemente creado por los partidos de oposición y que quiere evitar el retorno de Salé a Saná-- hizo público un comunicado en el que exigía a Arabia Saudí y otros países del Golfo "a que se alinearan con los intereses del pueblo yemení y no dieran su respaldo a los residuos del régimen", según ha informado la agencia de noticias china Xinhua.