"El periodismo sólido e independiente, libre de intimidación y miedo a la violencia criminal, es esencial para una democracia sana y una sociedad decente", ha dicho el representante especial adjunto de la ONU para Afganistán, Tadamichi Yamamoto.
La UNAMA ha expresado sus condolencias a los familiares de los fallecidos y ha recordado que el Derecho Humanitario prohíbe los ataques contra civiles en cualquier momento y lugar.
Los talibán declararon en octubre que dos de las principales cadenas de televisión del país --Tolo News y 1TV-- eran "objetivos militares" del grupo, acusándolas de ser "redes de propaganda que promueven la invasión intelectual, cultural e informativa de los infieles".
Este mismo jueves, han advertido a los medios de comunicación afganos de que no promuevan culturas "inmorales y extranjeras", argumentando que llevaron a cabo el atentado por haber difundido propaganda a favor del Ejército de Estados Unidos y de sus aliados.
El ataque suicida ha sido condenado por varios gobiernos, grupos defensores de Derechos Humanos y otros medios de comunicación del país por haber atacado la libertad de prensa.