El Coordinador Humanitario de Naciones Unidas para Somalia, Mark Bowden, ha asegurado que, tras la alerta que decretó el pasado veinte de julio para Bajo Shabelle y Bakool, ahora la organización añade a este listado los casos del La organización formaliza esta declaración de hambruna cuando más del veinte por ciento de los hogares de una zona sufren graves carencias alimentarias, cuando los índices extremos de malnutrición superan el 30 por ciento de la población y cuando la tasa de mortalidad supera diariamente las dos personas por cada 10.000.
Las nuevas áreas señaladas por la ONU ponen de manifiesto el efecto que la hambruna está teniendo en los desplazados internos que han llegado a Mogadiscio, especialmente durante los últimos dos meses.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU ha recordado que de los fondos requeridos para paliar los efectos de la sequía en el Etiopía, Kenia, Somalia y Yibuti, tan sólo se ha recibido un 44 por ciento. En este sentido, harían falta otros 1.400 millones de dólares (977 millones de euros).
El enviado especial de Naciones Unidas para Somalia, Augustine Mahiga, ha instado a todos los somalíes, tanto dentro como fuera del país, a trabajar juntos para superar esta "gran crisis". Ha dicho que se trata de una "gran oportunidad" para colaborar y crear "un futuro mejor para todos", según una carta remitida a los exiliados y recogida por la ONU.
"Pido a todos los que puedan, somalíes y comunidad internacional, a dar todo cuanto puedan durante este mes sagrado (de Ramadán) para alimentar a los hambrientos, atender a los heridos e impedir que la hambruna siga expandiéndose", ha apelado Mahiga.
Asimismo, también ha pedido a las milicias islamistas que permitan a las agencias humanitarias acceder a todas las zonas de Somalia donde se necesita ayuda "desesperadamente". corredor de Afgoye, a las afueras de la capital, la propia Mogadiscio, y la región de Medio Shabelle.