Naciones Unidas ha enviado ayuda material a Turquía para atender la emergencia que se ha desatado tras el terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que el pasado domingo azotó la provincia de Van (sureste), según informa el Centro de Noticias de la organización internacional.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) ha enviado 400 tiendas de campaña familiares acondicionadas para el invierno, de las cuales 200 han llegado ya a la ciudad de Erzurum, mientras que el resto está en camino.
A ellas hay que sumar las 4.000 tiendas que ha enviado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), junto a 10.000 colchones y 50.000 mantas, y las 250 tiendas enviadas por el Fondo de Población (UNFPA, por sus siglas en inglés).
El seísmo ha dejado un saldo de al menos 500 muertos y 1.600 heridos. Además, ha derruido gran parte de los edificios de las ciudades de Van y Ercis, por lo que miles de personas se enfrentan a un duro invierno sin vivienda.
En este contexto, la OCHA ha expresado su preocupación por las bajas temperaturas invernales y el deficitario acceso al agua potable y los saneamientos en las zonas afectadas por el terremoto.