El padre de Baby RB ha cambiado inesperadamente de parecer y ha aceptado finalmente la petición de su ex mujer que solicitaba que su hijo fuera desconectado de la máquina que lo mantenía con vida.
Hace unos días, los médicos que cuidaban al menor, apoyados por la madre, defendieron la posibilidad de dejarle que tuviera "una muerte digna y tranquila", porque consideraban que su existencia sería "miserable y dolorosa".
Por esta razón, pidieron al magistrado Justice McFarlane, en la primera de las vistas celebradas en el Alto Tribunal de Londres, que autorizara su desconexión de las máquinas que le mantenían con vida "por el propio interés" del menor.
Sin embargo, su padre defendía que se le practicara una traqueotomía antes de tomar una decisión tan definitiva. Los abogados del padre sostuvieron que el cerebro del niño funcionaba perfectamente y que podía ver, oír, sentir y reconocer a sus progenitores.
El niño nació el 10 de octubre de 2008 con serios problemas respiratorios, que obligaron a conectarle inmediatamente a un respirador artificial para que siguiera con vida. Desde entonces, y una vez diagnosticado el síndrome genético (SMC), el niño ha perdido la práctica totalidad de su tono muscular y es incapaz de mover brazos y piernas. EPF