Las mujeres, entre las que puede haber varias menores, fueron trasladadas a dependencias policiales y obligadas a desnudarse ante un médico, ha declarado el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza.
La tragedia se originó cuando la policía llevó a cabo un operativo en busca de drogas en una discoteca e impidió la salida de los asistentes del local, lo que originó el pánico y derivó en un tumulto.
El suceso acabó con la muerte de nueve jóvenes, tres de ellos menores, y tres policías, por asfixia y traumatismos diversos. De hecho, la Fiscalía de la capital mexicana ha acusado de homicidio doloso al destituido mando policial que dirigió el viernes pasado el desalojo del local.
Álvarez Icaza ha explicado que, en el caso de que la intención de las autoridades fuera certificar lesiones en las mujeres, se hubiera requerido de la presencia de un psicólogo y una doctora.
El dirigente de la CDHDF ha asegurado que, de acuerdo con las declaraciones de las jóvenes, no hubo tocamientos.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha reconocido la mala gestión del operativo, la responsabilidad policial en el bloqueo de la puerta y ha destituido a 17 mandos.
En el caso de la discoteca, el presidente de México, Felipe Calderón, se ha solidarizado con el dolor de las familias y ha declarado que seguirá de cerca las investigaciones.