Una política exterior basada en el ejército

REBECA SAN CRISTÓBAL OREA 11/01/2009 00:00

En 2002, firmó junto a Vladimir Putin el Tratado de Moscú sobre Reducciones Estratégicas Ofensivas, que eliminaba parte de sus arsenales nucleares. Pese a esto, se mantenían las discrepancias acerca del escudo antimisiles. El presidente ruso, Dimitri Medvédev, lo veía como una amenaza contra su territorio. Bush aseguraba que estaba dirigido a protegerse de posibles ataques provenientes de Oriente Medio.

Bush defendió la ampliación de la OTAN para que las fronteras de la Alianza llegaran hasta Rusia y firmó el protocolo de ingreso de Croacia y Albania. Además, se mostró dispuesto a aumentar las inversiones, tras los apoyos ofrecidos por Putin, en la guerra contra el terrorismo.

Apoyo pese a las críticas

Pese a que la Unión Europea criticó a Bush por su política proteccionista, le tendió su mano tras los atentados del 11-S. Reino Unido fue su principal aliado en la guerra de Irak junto a España.

Sin embargo, tras la victoria el 14 de marzo de 2004 de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, España decidió retirar sus tropas del país asiático, algo que Bush todavía no ha perdonado. Muestra de ello es que se negó a recibirle en la Casa Blanca y le vetó en la cumbre celebrada en Washington para tratar de buscar soluciones a la crisis financiera.

Conflicto palestino-israelí

Dentro de las contradicciones de Bush para acabar con el conflicto palestino-israelí, se encuentra la llamada 'Hoja de Ruta', consistente en un calendario para reanudar el proceso de paz y proclamar un Estado palestino para 2005. Pero en abril de 2004 apoyó el plan del primer ministro israelí, Ariel Sharon para evacuar Gaza y parte de Cisjordania.

Bush rompía así con la posición tradicional de Estados Unidos, que había mantenido que los asentamientos eran un obstáculo para la paz. Además, en agosto de 2007, Bush concedió una ayuda de 80.000 millones de dólares a la Autoridad Nacional Palestina.

Los 'enemigos' de Estados Unidos

En 2002, Bush acusaba a Irán, Irak, Corea del Norte, Siria, Libia y Cuba de formar un 'eje del mal', dedicado a la fabricación de armas de destrucción masiva.

Un año después, Bush hizo más severo el embargo hacia Cuba, anunciando cuatro medidas para debilitar el régimen de castro, entre ellas las restricciones de viaje. Con la elección de Obama, Raúl Castro (hermano y sucesor de Fidel) espera que las relaciones entre ambos países mejoren.

Ese mismo año, Irán anunciaba que continuaría con su programa nuclear de enriquecimiento de uranio. Por esta razón, Bush llegó a advertir de la posibilidad de una III guerra mundial si la comunidad internacional no evita que este país obtenga los "conocimientos suficientes como para fabricar un arma nuclear".