El presidente de Serbia convoca elecciones parlamentarias el próximo 24 de abril

EUROPA PRESS 04/03/2016 13:02

"Es hora de reevaluar el apoyo hacia estas reformas que serán dolorosas para muchos ciudadanos", ha declarado Nikolic en una declaración efectuada en la televisión estatal serbia.

"Espero que Serbia continúe con estas reformas y no abandonemos el camino que nos hems trazado, pero está claro que vamos a encontrarnos con una resistencia aún mayor", ha explicado el presidente serbio en su comparecencia, recogida por la cadena B92.

Nikolic responde así a la petición formulada ayer por el Gobierno serbio para que disolviera el Parlamento y convocara elecciones, después de que el primer ministro, Aleksandar Vucic, reclamara un nuevo mandato para poder desarrollar las reformas y políticas necesarias para que el país acceda a la Unión Europea.

Las elecciones tendrán lugar así justo dos años después de los últimos comicios. La formación en el poder, el Partido Progresista Serbio (SNS), se sitúa como principal favorita en las encuestas, lo que permitiría a Vucic repetir como jefe del Gobierno.

Discípulo en su día de la ideología ultranacionalista de la 'Gran Serbia', la misma que contribuyó a desatar las guerras balcánicas en la desintegración de Yugoslavia, Vucic ha moderado sus posiciones para presentarse en la actualidad como un reformista partidario del ingreso de la Unión Europea.

En su petición de convocatoria de elecciones a Nikolic, el Ejecutivo ha explicado que necesita "un mandato claro" para completar "las reformas" que permitirán al país "la entrada de la nación en la familia europea".

El SNS tiene en la actualidad 158 escaños en un Parlamento integrado por 250 parlamentarios. Los críticos con el partido sostienen que quiere elecciones ahora porque las encuestas le favorecen y para poder así emprender las reformas que menos gustarán a la población y que son necesarias para el ingreso en el bloque comunitario.

Los inversores parecen confiar en disposición de un futuro gobierno del SNS para afrontar las reformas comprometidas a cambio de recibir un crédito de 1.200 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, también hay riesgo de que la campaña electoral retrase la puesta en marcha de reformas necesarias para reducir la deuda pública, que ahora representa el 75 por ciento del Producto Interior Bruto.