Acompañado por el ministro de Defensa, Liam Fox, el príncipe hizo coincidir la visita con el Día de Recuerdo, una jornada en la que los países de la Commonwealth rinden homenaje a los militares fallecidos en combate desde la I Guerra Mundial.
Segundo en la línea de sucesión al trono británico, Guillermo ya realizó una visita sorpresa a Afganistán en mayo de 2008 y ha manifestado a su entorno su disposición para luchar en el frente.
El príncipe, que completó este mismo mes su formación en la marina como copiloto de helicóptero de rescate y que ya se graduó como piloto de la Real Fuerza Aérea (RAF), ha expresado su frustración por no haber podido unirse a las tropas británicas que combaten a los talibán debido a cuestiones de seguridad.
Guillermo ha reconocido que existen algunos argumentos "ligeramente válidos" para que no siga los pasos de su hermano, el príncipe Enrique, que pasó 10 semanas sirviendo en la base militar de Helmand, en el sur de Afganistán, en 2008.
No obstante, el príncipe, que previsiblemente se convertirá algún día en el jefe de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, sigue decidido a servir en Afganistán antes de que se produzca la retirada del país de las tropas británicas, prevista para 2015.
Así lo afirma durante un documental televisivo difundido el mes pasado que recogió un viaje a Botsuana este mismo año.
"Mi corazón estaba en el ejército y ese fue el motivo por el que me enrolé. Es una pena que no haya conseguido ir a Afganistán. Hay argumentos ligeramente válidos para justificar que no pueda ir, pero muchos son mera publicidad. Aún no he perdido la esperanza", dice el príncipe Guillermo en el reportaje.
De este asunto habló también el jefe de las fuerzas armadas británicas, el general David Richards, en una entrevista que publica hoy "The Sunday Telegraph".
"Aunque me consta que el príncipe Guillermo desearía tener la oportunidad de servir en Afganistán, no hay duda de los riesgos", dice Richards.
"Él quiere ir. Mi sentimiento, como soldado, está totalmente con él. Tendremos que volver a considerarlo una vez que sepamos si está cualificado para ir. Las perspectivas son buenas, porque está trabajando realmente bien", indica.