Son habituales las críticas de Pyongyang a los ejercicios anuales de Estados Unidos y Corea del Sur, que simulan maniobras de defensa contra un hipotético ataque norcoreano, al entender que suponen una demostración de fuerza contra su aislado régimen.
A pesar de las constantes advertencias, tanto Washington como Seúl ya han confirmado que el ejercicio de mando Resolución Clave y los entrenamientos conjuntos denominados Joven Águila comenzarán, como tiene lugar cada año, desde finales de febrero hasta principios de abril.
Para Corea del Norte, no obstante, estos ejercicios suponen "el ensayo de una guerra nuclear" y suponen, en sí mismos, un "ataque preventivo" y una "amenaza descarada" de Estados Unidos, según un editorial del órgano portavoz del régimen, el diario 'Rodong Sinmun', recogido por la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap.
"Si Estados Unidos libra una guerra nuclear, nos veremos obligados a ir más allá en nuestras medidas de autodefensa para proteger nuestra soberanía y la dignidad del pueblo", hizo saber Corea del Norte, que pidió a Washington que tome "la decisión correcta".
Estos ejercicios tendrán lugar en medio de un nuevo episodio de tensión internacional y de incertidumbre política después de que Corea del Norte anunciara el mes pasado la ejecución del tío y mentor de su líder, Jang Song Thaek.