Una ataque nocturno de presuntos insurgentes separatistas en el sur de Tailandia ha causado la muerte de dos personas, una de las cuales era una niña de cinco años, y ha dejado a otras diez heridas, según ha informado la Policía este jueves.
Fuentes policiales han explicado que unos 30 rebeldes musulmanes irrumpieron en las viviendas de los voluntarios de defensa respaldados por el Gobierno, matando a un funcionario de la administración local y a su hija.
En el atentado que tuvo lugar en Yala, provincia de mayoría musulmana fronteriza con Malasia, diez personas más han resultado heridas, cuatro de ellas son soldados que acudían al lugar cuando una bomba explotó bajo su vehículo, situado a unos tres kilómetros de distancia. El ataque duró aproximadamente 40 minutos.
El ataque ha sido atribuido a los separatistas de etnia malaya musulmana, que en los últimos siete años han matado al menos a 4.600 personas y han herido a más de 9.000 en las provicincias de Yala, Pattani y Narathiwat.
La táctica del tiroteo y posterior atentado con bomba ha sido utilizada regularmente por milicianos islamistas separatistas, a los que se les acusa de estar detrás de la mayoría de los disturbios en la zona. Sin embargo, ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado.
La región meridional fue independiente hasta 1909, cuando se anexionó a Tailandia como parte de un tratado con Reino Unido. Desde entonces, se ha visto marcada por las tensiones separatistas.