El monzón agrava la situación de los nepalíes dos meses después del terremoto, según Cruz Roja

EUROPA PRESS 24/06/2015 13:24

Cruz Roja Española ha advertido este miércoles de que la llegada del monzón está agravando la situación en la que se encontraban los nepalíes después del devastador terremoto del pasado 25 de abril pese a que los habitantes están acostumbrados a convivir con las consecuencias de las lluvias.

Dado que los nepalíes sufren las lluvias torrenciales y fuertes inundaciones del monzón dos veces al año, se han visto obligados a desarrollar su capacidad de adaptación a los cambios estacionales que el monzón trae a sus vidas, indica la ONG en un comunicado. Se estima que el monzón tendrá una duración de unos 105 días, con mayores precipitaciones en el centro y este del país, las zonas más dañadas por los terremotos.

"Sin embargo, el impacto del terremoto del pasado 25 de abril, de 7,8 grados, y de un segundo seísmo de 7,3 grados dos semanas después, han añadido mayor complejidad a todos estos retos y ha limitado las capacidades de las comunidades y las familias para hacerles frente, especialmente para sectores con alta vulnerabilidad previa", ha resaltado Carmen Ferrer, delegada de Emergencias de Cruz Roja Española desplazada a Nepal.

Así, además de los esfuerzos para asistir a los damnificados por los terremotos, a los que se está ofreciendo asistencia sanitaria, refugio, dotación de agua o higiene, Cruz Roja también está trabajando en otras acciones como el almacenamiento de alimentos dirigido a prevenir los efectos adversos que la temporada monzónica pueda tener sobre la población.

Según Cruz Roja Española, la llegada de los monzones no viene sino a agravar aún más las carencias de la población dos meses después de la catástrofe.

NECESIDADES MÁS ACUCIANTES

Las necesidades más acuciantes en la actualidad son, según la ONG, el suministro de agua, ya que se estima que en torno a un un millón de personas carece de acceso a instalaciones; el saneamiento, puesto que se han perdido más de 180.000 letrinas familiares; o alojamiento, ya que casi 100.000 personas temporalmente desplazadas necesitarán alojamiento en 12 de los 14 distritos más afectados.

También hay necesidades en materia educativa, puesto que hay 7.800 escuelas y más de 32.000 aulas destruidas o gravemente dañadas, así como a nivel alimentario, ya que hay 236.000 agricultores afectados en 6 distritos, y sanitario, puesto que es necesario es hacer seguimiento de heridas de trauma, restauración de los servicios de cuidados primarios interrumpidos y preparación para la temporada monzónica.

Cruz Roja Española considera "clave" para evitar infecciones y brotes epidémicos la intervención en materia de saneamiento y por ello ha desplegado su Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU, en sus siglas en inglés) de Saneamiento Masivo en el distrito de Rasuwa, uno de los más afectados por los terremotos.

"Su objetivo es establecer los medios sanitarios adecuados para la gestión de residuos de una población de hasta 20.000 personas, además de trabajar en acciones de sensibilización y promoción de higiene", ha explicado Carmen Ferrer.

Por otra parte, el equipo de Cruz Roja Española en Nepal está colaborando también en la rehabilitación de un hospital para niños y niñas con discapacidades en Kalika, en cuyo terreno se ha establecido el campo base de la Unidad de Saneamiento Masivo.

La intervención de Cruz Roja Española se centrará durante las próximas semanas en la puesta en marcha de proyectos de recuperación de los medios de vida de las comunidades afectadas con el fin de incrementar sus alternativas de generación de ingresos y las capacidades de las familias. Estas medidas incluirán la entrega de efectivo para cubrir necesidades básicas, la distribución de bienes, la formación ocupacional y actividades de generación de ingresos a nivel familiar y comunitario.

Por último, la ONG ha resaltado que pese a los esfuerzos de las organizaciones humanitarias "el impacto de los terremotos que han sacudido a Nepal es de tal magnitud que se tardará años en lograr una cierta 'normalidad', y siempre en función de la ayuda que se reciba".

"La población nepalí no puede pensar en la recuperación, por el momento; estamos viendo poblaciones con más del 95 por ciento de devastación de sus viviendas e infraestructuras básicas como escuelas o centros de salud; hace falta mucha ayuda", ha remachado Ferrer.