"Su responsabilidad penal es tan grave que no hay otra opción que confirmar la pena de muerte", explicó el juez presidente de la Primera Sala de lo Penal del Supremo, Seishi Kanetsuki, según recoge la agencia japonesa de noticias Jiji.
Fukuda perpetró los asesinatos en Hikari (prefectura de Yamaguchi, suroeste) cuando tenía 18 años, dos por debajo de la mayoría de edad legal en Japón, fijada a los 20 años.
El entonces adolescente Takayuki Fukuda violó y estranguló a la mujer y después de la misma manera acabó con la vida de su hija de 11 meses.
El juez que presidió el alto tribunal, Seishi Kanetsuki, calificó el crimen de "muy grave". Aseguró que no había espacio para la indulgencia y que la pena de muerte era "inevitable", a pesar de Otsuki era menor de edad en el momento de los asesinatos.
Takayuki Fukuda, ahora Takayuki Otsuki, fue condenado a muerte por el Alto Tribunal de Tokio y, según la legislación japonesa, una vez confirmado el veredicto por el Supremo, será ejecutado en los próximos días, aunque aún resta que el ministro de Justicia dé su aprobación.
Un total de 12 personas que cometieron delitos siendo menores de edad han sido condenadas a muerte en firme en Japón desde 1966.