¿La tortura del 'Monstruo de Amstetten' pudo haber acabado antes?

INFORMATIVOS TELECINCO 10/06/2009 00:04

Entre las líneas que aparecen en este manuscrito se pueden encontrar éstas: "Hay una teoría, muy popular en Austria, que Josef Fritzl era un astuto y extremadamente cuidadoso criminal. Pero, tras investigar el año pasado el caso, encuentro que lo opuesto es la verdad".

"Es un despiadado y consumado mentiroso, pero también es torpe, un hombre que, cuando llegó a sus años 40, había sido arrestado en dos ocasiones por incendiario, dos veces más por ofensas sexuales, y encarcelado una vez por violar a una mujer y amenazarla con un cuchillo".

Por estos motivos, Marsh sostiene que pese a que las autoridades austriacas no asumen responsabilidad alguna en este caso, lo que ha podido observar le sugiere que a menudo Josef Fritzl dejó un número abrumador de pistas en su camino, pistas que fueron repetidamente ignoradas por los funcionarios sociales, la policía y el poder judicial.

Algunas de las evidencias ignoradas

En agosto de 1984, cuatro meses después de que Elisabeth cumpliera los 18 años, desapareció. Se le perdió la pista en algún momento a la hora del almuerzo. Y, da la casualidad de que en esos momentos, en la casa, aparte de su padre, no había nadie más.

Fue el mismo Josef Fritzl quien, al día siguiente, denunció la desaparición de Elisabeth a la policía, indicando, sin tener una pizca de evidencia para respaldar su teoría, que había ingresado en una secta. Y le creyeron.

Después de aproximadamente un mes de encarcelamiento, la forzó a escribir una carta que el mismo se envió por correo y mostró a la policía.

Una vez más las autoridades aceptaron de plano todo lo que Fritzl les dijo. La carta nunca fue examinada por un experto idóneo. RSO