Pese a que en un primer momento se habían cifrado en siete los fallecidos, el director del NDRRMC, Alexander Pama, ha precisado que han muerto cinco personas y seis han resultado heridas, mientras que otra persona continúa desaparecida, ha informado el portal de noticias filipino 'The Inquirer'.
Sin embargo, las autoridades temen que la cifra de víctimas aumente en las próximas horas, mientras que el número de desplazados por la tormenta ha aumentado a 153.000 familias, de las que 45.000 han sido acogidas en centros de evacuación.
Las autoridades esperan que la tormenta tropical, que ha alcanzado vientos de hasta 105 kilómetros por hora y que se mueve a una velocidad de 15 kilómetros por hora norte-noreste, abandone Filipinas hacia la noche del domingo.
El servicio meteorológico ha establecido una alerta de nivel 2 para las islas de Calayan y Babuyan, las islas de Batanes, Apayao e Ilocos Norte, Por su parte, las zonas de Cagayan, Kalinga, abras e Ilocos Sur están bajo una alerta de nivel 1.