Lichtman tiene un procedimiento para determinar el ganador de las elecciones en base a 13 variables a las que se contesta con "verdadero" o "falso". En caso de que se consigan 6 o más "verdaderos" en conjunto, el candidato que pertenece al partido que está en ese momento a las riendas de los EEUU, hoy Hillary Clinton, ganará las elecciones. Si se consiguen 6 o más "falsos" será el del partido opositor, en este caso Donald Trump, según el 'The Washington Post'.
Las claves, desgranadas en el libro "Predicción del próximo presidente: las claves para la Casa Blanca 2016" son estas:
Mandato del partido: Tras las elecciones de mitad de mandato, el partido que ostente el gobierno tiene más escaños en el Congreso que en las anteriores elecciones de mitad de legislatura.
Oposición: No existe un candidato opositor serio al candidato del partido que presida el país.
Cargo: El candidato del partido que está gobernando es el actual presidente.
Tercer partido: No hay un tercer partido o campaña independiente de renombre.
Economía a corto plazo: La economía no está sufriendo una recesión en el transcurso de la campaña electoral.
Economía a largo plazo: El crecimiento de la renta 'per cápita' durante el último mandato presidencial es igual o superior a la media de crecimiento en los dos últimos mandatos anteriores.
Cambio político: La administración en el poder intenta acometer profundas reformas en la política nacional.
Descontento social: El descontento social no es sustancial durante la legislatura.
Escándalo: El ejecutivo en el poder no ha padecido ningún gran escándalo.
Fracaso militar/ política exterior: La administración en el poder no sufre un gran fracaso en temas militares o de política exterior.
Éxito militar/ política exterior: La administración en el poder logra un gran éxito en temas militares o de política exterior.
Carisma del candidato del partido gobernante: El candidato del partido gobernante es carismático o un héroe nacional.
Carisma del candidato opositor: El candidato del partido opositor no es carismático ni un héroe nacional.
"Por ahora los Demócratas suspenden, seguro, cinco de las claves" afirma Lichtman, fallando en la 1ª, 3ª, 7ª, 11ª y 12ª. Unos suspensos que auparían a Donald Trump hasta el Despacho Oval.
Solo haría falta un tropiezo más de los Demócratas, algo que el profesor ve como problable en la 4ª clave, la del tercer candidato, encarnado en la figura de Gary Jhonson que tiene una intención del 12% o 14% de los ciudadanos.
Pero para Lichtman hay que resaltar que "debido a la naturaleza sin precedentes de la candidatura de Trump y a Trump en sí mismo, este podría desafiar todos los pronósticos y perder", aún con siete claves a su favor. "Donald Trump ha hecho de estas elecciones las más difíciles de evaluar desde 1984. Nunca antes habíamos visto un candidato como Donald Trump, y Donald Trump bien podría romper los patrones de la historia que se han mantenido desde 1860", concluye.