Indicando que el estado de ánimo hacia Grecia ha ido cambiando desde que su partido ganó abrumadoramente las elecciones el domingo, Tsipras dijo que evitaría los antagonismos con los acreedores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
"No entraremos en un enfrentamiento mutuamente destructivo pero no continuaremos con una política de sometimiento", dijo al inicio del primer consejo de ministros del gobierno recientemente creado. El primer ministro agregó que esperaba tener una reunión "productiva" con Jeroen Dijsselbloem, presidente de los ministros de finanzas de la zona euro.
Tsipras dijo que el Gobierno perseguiría presupuestos equilibrados, pero no trataría de lograr "superávit irreales" para cumplir con la masiva deuda pública griega de más de un 175 por ciento del Producto Interior Bruto.
Las prioridades serán ayudar a los sectores más débiles de la sociedad, con políticas para atacar el clientelismo endémico y la corrupción en la economía, además de atajar el desempleo.