En el comunicado, el ministerio ha detallado que abrió una investigación después de que varias personas izaran en la noche del viernes una bandera del grupo yihadista Estado Islámico en un edificio público de la ciudad.
Asimismo, ha apuntado que las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad en Zaafrane a raíz del suceso se han saldado con la detención de más de 30 extremistas.
El anuncio ha llegado apenas un día después de que el Gobierno anunciara el desmantelamiento de una célula terrorista vinculada al grupo yihadista e integrada por ocho personas.
Túnez fue escenario la semana pasada de un asalto armado en la ciudad de Ben Guerdène, cuando decenas de yihadistas asaltaron puestos de la Policía y el Ejército, desencadenando unos combates que se saldaron con la muerte de 19 civiles y miembros de las fuerzas de seguridad y 36 terroristas.
El primer ministro de Túnez, Habib Essid, aseguró posteriormente que el ataque tenía como objetivo establecer "un emirato del Estado Islámico" en la región, si bien ninguna organización se ha atribuido la responsabilidad de esta acción.
Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha del Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría, como paso intermedio, la caótica Libia.
Milicianos islamistas entrenados en Libia han perpetrado varios ataques en territorio tunecino en 2015, por lo que el Gobierno ha decidido reforzar la seguridad en la zona fronteriza.