Los votantes castigarán a Obama

INFORMATIVOS TELECINCO 02/11/2010 00:00

Los sondeos previos a las elecciones auguran un voto de castigo para el presidente y una amplia victoria republicana. Eso supondrá que los demócratas perderán la mayoría en el Congreso y el presidente tendrá muy difícil sacar adelante sus proyectos, como la reforma financiera o el cierre de la prisión de Guantánamo.

"Si el otro bando gana se pasarán los próximos dos años defendiendo las mismas políticas que condujeron a esta recesión", asegura el mandatario en el anuncio, en el que dice a los votantes que hay demasiado en juego como para optar por la abstención y pide a los ciudadanos que acudan a las urnas. La abstención es el gran peligro para los demócratas. Y es que sólo un 39 por ciento de los demócratas encuestados considera que su partido ha realizado una buena gestión de la mayoría de la que han gozado hasta el momento, según una encuesta publicada la semana pasada por Gallup, en la web 'Politico'.

Esta situación se ha producido a pesar de que el dinero ha sido factor fundamental en esta campaña: el coste de la campaña electoral para los comicios legislativos estadounidenses ha batido un récord histórico al sobrepasar los 3.000 millones de dólares en gastos (unos 2.150 millones de euros), según el Centro para el Análisis de las Campañas en los Medios de Comunicación.

Aún así, las encuestas pronostican que los republicanos se harán con el control de la Cámara de Representantes y que arrebatarán escaños a sus rivales en el Senado, donde su victoria resulta improbable aunque no imposible.

Pero el presidente no se rinde. Obama ha reconocido que la pelea que se librará en las urnas será "reñida" en todo el país pero añadió que las posibilidades de los demócratas son buenas si las bases del partido acuden a votar en masa. "El otro bando es entusiasta y tenemos que asegurarnos de que el nuestro también lo sea", afirmó Obama en la cafetería Valois del vecindario Hyde Park donde solía desayunar antes de hacerse famoso.

Encuestas negativas para los demócratas

Sin embargo, un 52 por ciento de los votantes que planean participar en las elecciones legislativas de EEUU este martes aseguran que respaldarán a los republicanos, según una encuesta divulgada por la cadena de televisión CNN. Y el electorado aparece igualmente dividido en partes prácticamente iguales sobre el presidente Obama. Así, el 48 por ciento de los consultados dijo tener una percepción negativa de él, frente al 48 por ciento que aprueba su gestión en la Casa Blanca.

A esto se une que un 75 por ciento de estadounidenses cree que "las cosas van mal para el país", la proporción más alta de decepcionados en tres décadas y media, según la encuesta de la CNN.

La proporción de quienes están preocupados por la economía supera a todos los preocupados por el déficit, la educación, la asistencia de la salud, el terrorismo, la energía, la inmigración ilegal y las guerras en Afganistán e Irak combinados", dijo el director de encuestas de CNN, Keating Holland.Dentro de los asuntos económicos el que más angustia a los encuestados es el desempleo y el 58 por ciento de las personas que respondieron a los encuestadores dijo que ése es el problema más serio que enfrenta hoy el país, seguido por el déficit (20%) y los impuestos e hipotecas empatados en el 8 por ciento.

Hacia las presidenciales de 2012

La primera víctima de la presumible "masacre" demócrata será el vicepresidente Joe Biden , el principal defensor no sólo por sendas victoria de su partido en Cámara y Senado, sino por la recuperación económica, que decía iba a tener lugar antes del verano pasado.

Obama tampoco saldrá indemne: la insatisfacción con el desarrollo de la creación de empleo, con la recuperación económica, con los miles de millones de dólares invertidos en los paquetes de estímulo fiscal han terminado por alejarle de los votantes independientes, grupo crucial en la victoria de Obama en 2010.

Pase lo que pase, Obama tendrá que iniciar la segunda parte de su legislatura con nuevo panorama y con los ojos puestos en las elecciones presidenciales de 2012, una fecha que los demócratas ven como el momento de "un premio mayor": un presidente republicano.