¿Roja y negra? Playas españolas de colores

La playa más extensa de las Islas Cíes forma una media luna de suave arena blanca, por la que dar agradables paseos en un escenario incomparable. Es probable que su arena fina y clara fuera uno de los motivos por las que el diario británico The Guardian la escogiera como la mejor playa del mundo.

Esta playa de Tarifa es mundialmente conocida por amantes del surf y variantes como kite surf, windsur o paddle surf, y es que el viento de la zona favorece esas olas tan deseadas. Por eso, el colorido de esta playa no solo lo aporta su arena dorada, sino también la multitud de cometas y velas que la frecuentan.

Una de las playas de arena negra de origen volcánico que tiene la isla. Considerada por muchos como la más bonita de Tenerife, El Bollullo es una playa de fina arena oscura y de visita imprescindible si estás en la isla.

Se trata de una extensa y preciosa playa de arena en marrón chocolate que contrasta con su agua turquesa. Se encuentra, eso sí, es una zona ventosa de la isla, pero su belleza y las vistas al volcán Montaña Roja hacen que merezca la pena la visita.

En la parte norte de la isla de Menorca se encuentra esta playa de aspecto muy singular: su arena rojiza y entorno pedregoso parece transportarnos a la superficie de Marte. Pero nada como poner un pie en sus aguas tranquilas y turquesas para recordarnos que estamos en un paraíso en la Tierra.

Otra de las joyas de arena negra volcánica que podemos encontrar en las Islas Canarias, esta vez en La Palma. La playa de Nogales es la favorita de muchos lugareños y turistas por su increíble acantilado y el manto de vegetación que la rodea.

Se trata sin duda de una de las playas más particulares que tenemos en nuestro país, y es que el mar devolvió en forma de bonitos cristales esculpidos lo que antiguamente fue un vertedero, por lo que podemos encontrar un “arenal” multicolor. Ojo, está prohibido llevarse uno de estos cristales a casa.

Acabamos con un destino internacional que sin embargo nos pilla a mano y que bien merece una visita. Los 8 kilómetros de playa están flanqueadas por un espectacular acantilado de color rojizo, que se intensifica en el momento de la puesta de sol.