'Semillízate' y tu cuerpo te lo agradecerá
Las semillas son ricas en calorías por lo que ayudarán a mantener tu temperatura corporal, pero además contienen incalculables propiedades beneficiosas para tu organismo al ser muy ricas en nutrientes. Puedes incorporarlas a numerosos platos: solo es cuestión de experimentar, ya que con imaginación cambiarán el sabor y la textura de tus recetas. Estas son algunas de las semillas más habituales, aunque puedes descubrir otras muchas. Ponte a ello, porque es un mundo fascinante y, además, tu cuerpo te lo agradecerá.Semillas de chía
Es la semilla más proteínica y con más cantidad de potasio, hierro y antioxidantes. Contiene cobre y zinc, que mejoran el sistema inmunitario. Son antiinflamatorias y reguladoras del azúcar, el colesterol y la tensión arterial. Son ricas en ácidos grasos Omega-3, contienen mucílagos que favorecen el transito intestinal y son buenas para el catarro. No tiene sabor, así que puedes añadirla sin miedo a cualquier receta o "smoothie".Semillas de quinoa
Tienen un gran poder antioxidante por su contenido en vitaminas A, E y minerales como potasio, calcio, magnesio, hierro, zinc y fósforo. Contienen Omega-3, Omega-6 y gran cantidad de proteínas de fácil absorción ya que incluyen ocho aminoácidos esenciales. Hay mil recetas riquísimas que puedes elaborar con esta semilla porque se consume como un cereal. Su sabor es similar a la nuez, así que puedes enriquecer numerosos platos como, por ejemplo, una ensalada.Semillas de girasol
Sus proteínas son vegetales pero se sintetizan bien en nuestro cuerpo porque contienen aminoácidos esenciales completos. Son ricas en calcio, magnesio, potasio, fósforo y ácido fólico. Ayudan a bajar el "colesterol malo" y suben "el bueno". Las puedes incorporar a tus platos de verdura, cremas, purés o ensaladas, aunque también las puedes consumir solas que están muy ricas.Semillas de calabaza
Son ricas en zinc, un mineral que refuerza el sistema inmunológico. En 100 gramos de semillas encontrarás el 70% de la cantidad recomendada de zinc diaria para tu cuerpo. También incluyen abundantes vitaminas, minerales y ácidos grasos Omega-3 y Omega-6. Son ricas en proteínas y aminoácidos esenciales. Es emoliente, antiparasitaria y antiinflamatoria, gracias a la curcubita, que frena el hiperprostatismo (crecimiento no maligno de la próstata). Al igual que las semillas de girasol puedes incorporarlas a mil recetas, comerlas solas o en forma de muesli con otras semillas, frutos secos y cereales.Semillas de lino
Contienen ácidos grasos Omega-3 que favorecen la función tiroidea y protegen tu corazón. Con enorme poder antioxidante, contienen vitaminas A, D, K, C y E en gran cantidad. Te protegen contra enfermedades como el catarro y mantienen tu intestino a punto con su fibra soluble y sus mucilagos. Si estás a dieta y quieres favorecer el tránsito intestinal deja una cucharada de estas semillas disueltas en un vaso de agua toda la noche. A la mañana siguiente cuela la mezcla, tira las semillas y bébete el agua, que estará rica en mucílagos que ayudarán a evacuar tu intestino. Además, tienen efecto prebiótico ya que estimulan la flora intestinal. Si no tienes problemas de peso añádelas a un yogur o a cualquier plato: son riquísimas.Semillas de sésamo
Contienen vitamina E y vitaminas del grupo B, que ayudan a nuestro sistema nervioso. Son ricas en grasas insaturadas y proteínas además de otros minerales. Te ayudarán a estar fuerte frente a las inclemencias del tiempo. Su uso culinario es muy variado, puedes utilizarlas para bañar el exterior de los alimentos en tus platos y así hacerlos crujientes y apetecibles, pero también puedes incorporarlas a ensaladas o usarlas para decorar purés y cremas.Semillas de comino
Son muy ricas en hierro, por lo que son muy recomendadas en casos de anemia. También forman un buen analgésico, acompañadas de miel en el caso de enfermedades pulmonares. Las puedes consumir en forma de infusión después de las comidas: son carminativas y antiespasmódicas, te ayudarán digerir mejor y tener menos gases. Puedes incorporarlas a guisos, cocidos con legumbres e incluso postres.Semillas de hinojo
Solo dos cucharadas de estas semillas te aportan tanto hierro como un filete de carne. Son diuréticas, antiespasmódicas y carminativas, ayudan a perder peso y promueven el equilibrio reproductivo. También constituyen un excelente antifúngico, insecticida y ayudan a mejorar las vías respiratorias que estén sufriendo un proceso infeccioso. Puedes utilizarlas en tu cocina para recetas de pescado, legumbres, pasteles, galletas, panes y en ricas infusiones.Semillas de uva
Contienen fenólicos, tococerol y proantocianidinas que son grandes antioxidantes. También aportan vitamina C, E y betacarotenos, por lo que esta combinación hace que tu cuerpo esté protegido frente a los radicales libres durante tres días y que tu sistema inmune se encuentre más fuerte contra cualquier patógeno. Te blindarán contra la inflamación o la infección, contribuirán a que tu piel tenga un mejor aspecto y ayudarán a la circulación. Puedes ponerlas en ensaladas, batidos o como complemento de yogures y postres.Semillas de amapola
Perfectas para el sistema nervioso, muscular y para mantener huesos y dientes sanos por su gran contenido en calcio. La podemos encontrar blancas y negras pero cualquiera de las dos contienen beneficios. Puedes hacer ricos panes o innovar en tu cocina agregándolas a tus platos.Semillas de anís verde
Tienen propiedades expectorantes, sedantes, antiinflamatorias y antitusivas, por lo que estas propiedades aliviarán procesos de tos o enfermedades como la bronquitis. Son también un gran carminativo y antiespasmódico por lo que una infusión de manzanilla con semillas de anís después de comer será perfecta para ayudarte a digerir las copiosas comidas y cenas. Y si quieres también las puedes incorporar a tus platos haciendo ricos postres o para aromatizar sopas, estofados o legumbres, con un plus añadido para tu salud.