Diez consejos para no caer enfermo este otoño y disfrutar de la estación

Eva Cánovas (@dietaconsalud) 14/11/2015 10:25

Tampoco hay pócimas milagrosas que te mantengan cien por ciento a salvo, pero algunas decisiones pueden resguardarte de las amenazas. Todas ellas te ayudarán a dar esquinazo a la tan temida gripe o al mocoso y molesto catarro.

  1. Hidrátate. Tu cuerpo necesita un aporte diario de agua de un litro y medio a dos litros cada día. Eso equivale a seis u ocho vasos de agua. Quizás pienses que en las estaciones frías, al no sudar, necesitas menos agua. No es cierto. El agua no sólo es necesaria para un montón de funciones vitales, también ayuda a estar menos intoxicado.
  2. No intoxiques tu cuerpo. Ni que decir tiene que cuantos menos tóxicos metas en tu cuerpo (como el tabaco, el alcohol, los productos refinados, grasas, azúcar, café...) menos intoxicado y más fuerte te mantendrás. Una buena alimentación hará que tu cuerpo esté nutrido y mejor protegido.
  3. Aprovecha el sol. El sol te inmuniza contra el catarro, ya que eleva tus niveles de vitamina D, lo que ayuda a tu cuerpo a tener una mayor respuesta. Si los niveles están bajos tendrás más posibilidades de caer.
  4. Refuerza tus defensas. Una dieta rica en vitamina C nos ayudará a esquivar resfriados y gripes, si pese a nuestras precauciones enfermamos la vitamina C hará más llevaderos los síntomas que desarrollemos. La vitamina C eleva las defensas, ya que aumenta el número de glóbulos blancos, que son los que se encargan de identificar a los agentes patógenos y eliminarlos. Además, mantiene sanas las mucosas y es un gran antioxidante. Lo mejor es tomar un aporte de vitamina C varias veces al día porque es de eliminación rápida y de esta forma nunca estaremos desprotegidos. Esta vitamina la puedes encontrar en frutas como la naranja, el limón, la mandarina, el kiwi, la granada, la ciruela, la grosella o la acerola. Y en verduras como los vegetales de hoja verde, las espinacas, el brécol, el pimiento verde, los puerros, los tomates, el perejil, la coliflor, etc. Recientes estudios apuntan que la combinación de vitamina C con propóleos y equinácea reduce la probabilidad de coger un resfriado casi a la mitad.También te ayudarán las vitaminas A, E, B6, el magnesio, el zinc la vitamina B12, el ácido fólico y el Selenio.
  5. No te estreses. El estrés también te puede jugar una mala pasada porque hará mas fácil que la infección prolifere ya que baja el sistema inmunológico. Además te diré que unos malos hábitos alimenticios o un estilo de vida poco saludable hacen que nuestro cuerpo no cuente con una flora intestinal bien regulada, para esto siempre puedes tomar un aporte extra de probióticos. Verás como será más difícil que ningún microbichito te estropee la semana.
  6. Cuidado con lo que tocas. Y dónde te metes, porque el metro, el autobús y el tren en hora punta son un hervidero de bichos preparados para atacar y expandir su invasión. No hace falta que dejes de usar el transporte público (ya sé que estarás pensando que no te queda otra) si lo haces todos los días. Tampoco te digo que uses la máscara permanente a modo de antifaz, como en China o Japón. Pero sé consciente de que si tu compañero de viaje estornuda, moquea o tiene los ojos rojos y febriles es muy posible que vaya cargado de virus o bacterias, así que guarda las distancias. E intenta no tocar las cosas a tu alrededor comunes a todos los viajeros. Lávate las manos a menudo y evita tocarte la cara porque inconscientemente puedes contaminar las mucosas. Y recuerda que si los patógenos ya están en casa no compartas los utensilios de cocina, las servilletas o las toallas.
  7. Abrígate como si fueras una cebolla. O sea, a capas. No salgas con abrigos que de sólo mirarlos ya te hacen sudar: no estás en invierno, sino en otoño. Reserva la ropa muy abrigada para momentos de más crudeza meteorológica. Fórrate con una camiseta, luego un jersey que no sea muy grueso y después un abrigo flojo. Una chaquetita bajo la prenda exterior te ayudará a adecuar tu temperatura. Y no olvides un fular o un pañuelo para tapar la cara o las orejas si hace un día muy malo. Abrígate, pero de forma adecuada: no quieras parecer un esquimal en el desierto a las tres de la tarde.
  8. Haz ejercicio. Hacer ejercicio ya sea caminando o practicando algún deporte o actividad regularmente te ayudará de muchas maneras, incluso a potenciar tu sistema inmune.
  9. Duerme o tu cuerpo no aguantará el ataque. Tienes que dormir de 7 a 8 horas todos los días. Seguro que lo olvidas frecuentemente. Eso hace que tu cuerpo se sienta cada vez más cansado, disminuyendo las defensas e impidiendo que te desintoxiques.
  10. Ventila. Ya sea en casa o en la oficina ventila todo lo que puedas, porque renovarás el aire y con este la concentración de agentes patógenos descenderá, lo que te evitará caer enfermo. También es muy importante mantener una temperatura constante y una humedad adecuada en tu vivienda.

Y si aun así caes enfermo sigue los consejos de este artículo que también te servirán para paliar sus efectos y ármate de paciencia descansando todo lo que puedas para que tu cuerpo se centre en recuperarse muy pronto.