Cinco consejos básicos para sobrevivir a todas las resacas de estas fiestas

Eva Cánovas (@dietaconsalud) 31/12/2015 08:30

Si sigues estos cinco puntos a rajatabla, en muy poco tiempo te encontrarás con fuerzas para afrontar nuevos proyectos vitales. Esos son los objetivos a los que deberías estar mirando ante el nuevo año y no al espejo con frustración.

1. Depúrate

Las mejores dietas detox, la que eliminan toxinas producidas por los excesos, duran tan solo tres días en los que debes limitar tu comida a alimentos desintoxicantes. Es muy fácil y hay mil formas de hacerlo. Te recomiendo que antes del desayuno pongas agua tibia con limón y una cucharadita de postre de bicarbonato: te ayudará a limpiarte. El desayuno tiene que ser lo más bajo en grasas posible y rico en frutas y verduras que te den energía. Un ejemplo podría ser un batido de manzana, zanahoria, remolacha, naranja, polen y jengibre, y comerte unas nueces. A media mañana y media tarde elige infusiones digestivas con un puñado de frutos secos, como podrían ser unos pistachos. Una buena combinación para la hora de comer sería un batido de espinacas, col rizada, apio, piña, limón, manzana, algas espirulinas, pepino y jengibre junto con una pequeña ensalada de quinoa con semillas de chía y verduras. Como estamos en invierno y tenemos mayor sensación de frío, te recomiendo que las cenas sean sopas vegetales: si añades algas tipo clorella, mejor que mejor. Aumentarán tu temperatura corporal y además facilitaran la digestión y la hidratación.

2. Refuerza tus defensas

El alcohol, las digestiones pesadas, la comida tóxica, la falta de horas de sueño y el estrés han mermado tus defensas. Es hora de poner tu cuerpo a punto porque el frío continúa y sigues expuesto a constantes infecciones. ¿Cómo te vas a reponer de las navidades si te pones enfermo? Con la alimentación podrás reponer tus defensas: toma alimentos ricos en antioxidantes (que además activarán las enzimas hepáticas para eliminar y bloquear las toxinas) poco cocinados o frescos para aprovecharte de todos sus beneficios. En el desayuno puedes añadir al zumo de naranja unas gotas de tintura de equinácea, que te ayudará a reforzar el sistema inmunitario. Si lo haces por la mañana y por la noche (en otra bebida), mejor. Seguro que tu flora intestinal se ha visto afectada por los excesos, lo que tendrá una repercusión negativa en la eliminación de los tóxicos. Si tomas probióticos te reequilibrarás por dentro.

3. Acaba con tus malos hábitos

A estas alturas ya te lo has comido todo, bebido todo y, si eres fumador, fumado todo. Es hora de terminar con el abuso de la comida, pero las grandes cantidades que has ingerido te lo van a poner difícil. Aunque en un principio por comer demasiado te sentías mal, te has ido acostumbrando al exceso y ya tu estómago te lo reclama. Te toca pasar unos días reduciendo las cantidades hasta regresar a volúmenes normales, lo que implicará pasar un poco de hambre. También la ingesta excesiva de hidratos hará que sientas ansiedad por consumir más. El alcohol ha causado estragos en tu cuerpo, deshidratándolo, bajando el sistema inmunológico y exponiéndote a una falsa sensación de calor causada por una vasodilatación, lo que te lleva a ir menos abrigado y a ser más propenso a caer enfermo. En cuanto al tabaco, aprovecha la entrada del año. ¿Por qué no dejarlo ahora? Tendrás que tomar medidas para controlar tu ansiedad y no mitigarla comiendo. ¿Por qué no cambias tus malos hábitos por otros buenos como hacer ejercicio? No hace falta que ahora te enfundes en unas mallas y te pongas a correr si nunca lo has hecho. Empieza caminando y durante unos minutos, alterna el paso medio con otro más rápido e incluso correr unos minutos. Irás poco a poco cogiendo fondo sin que tu cuerpo se resienta. Si tienes sobrepeso o te has maltratado mucho estas Navidades no fuerces demasiado o te lesionarás. Ve despacio pero a paso firme con el deporte y verás cómo en un tiempo no podrás pasar sin el.

4. Mantén hábitos nutricionales equilibrados

Instáuralos de aquí en adelante. No se puede ir a trabajar sin desayunar o pasar todo el día sin comer y hacerlo solo por la noche. Necesitas comer cinco veces al día. En esas comidas tienen que estar presentes las frutas tres veces al día y las verduras con dos raciones al día: una de verdura cruda (como son las hortalizas) y otra de verdura cocida, como puede ser un puré una parrillada de verduras o un salteado. Tienes que dar prioridad al pescado frente a la carne y pensar que lo ideal es que las legumbres estén presentes un par de veces por semana en tu dieta (si las mezclas con hidrato de carbono complejo tendrán todos los aminoácidos para lograr una fuente de proteína muy buena y libre de grasas). Tus medias mañanas y medias tardes te pueden dar un aporte muy saludable o tirar al traste cualquier dieta. Elige la opción saludable e incorpora fruta y frutos secos en cada una de ellas. Toma siempre alimentos integrales que te ayudarán a favorecer el transito intestinal y además de dará un alto contenido en nutrientes. Endúlzate con estevia, sirope de agave o miel y deja de lado el azúcar, que no hace otra cosa que intoxicarte y ponerte calorías de más. Y como siempre no te olvides del agua: de un litro y medio a dos litros al día (de seis a ocho vasos). Piensa que si has ganado peso tu dieta ha de ser baja en calorías y grasas con alimentos que ayuden a tu hígado con la sobrecarga a la que lo has sometido. Para esto una excelente elección es la alcachofa.

5. Resetea tu cuerpo y tu mente

Estas son buenas fechas para realizar una limpieza interior pero también para afrontar un cambio de vida. No solo los malos hábitos nutricionales te perjudican. Una mala actitud, viendo siempre lo negativo de las cosas, no saber desconectar del trabajo, dejar que los problemas ocupen todo tu espacio mental, rodearte de personas que no te hacen bien o no controlar tus emociones, te traerán tantos problemas físicos como cualquier otro tóxico que te pueda dañar. Es el momento de deshacerte de todo lo que no te hace feliz y si no puedes aprende a convivir con ello. Acepta que no lo puedes cambiar y que quejarte no te va a servir de nada. Aprende a relajarte, para estar mas equilibrado y poder poner en práctica todo lo anterior de la mejor forma. Prueba a hacer yoga, meditación, caminar escuchando la música de tu grupo favorito o simplemente concéntrate en aprender a respirar: aunque creas que es sencillo lo haces por inercia y la mayoría de las personas no consigue una buena oxigenación.

¡Llega un año nuevo por descubrir y por vivir! Es el momento de tomar las riendas de tu vida y darle una tregua a tu organismo maltrecho. Cuídate cuidando de tu cuerpo de una forma consciente y verás como puedes reinventarte y ser esa persona sana que mirarás en el espejo con amor y no con frustración. ¡Ánimo, en tu mano está ser quien tú quieras ser!