Hay estudios que revelan que hidratarnos bien puede influir positivamente en aspectos como la cognición, el rendimiento físico o incluso en el terreno laboral. La medida adecuada varía en función de cada individuo y sus necesidades de energía, nutrientes, nivel de actividad física o estado de salud.
Por supuesto, también varían las preferencias del consumidor a la hora de elegir los alimentos y bebidas que satisfagan sus necesidades corporales de agua. Ahora bien, ¿es realmente el agua la mejor bebida? ¿Deberíamos considerarla como nuestra principal fuente de hidratación?
Para informarnos sobre este aspecto hemos consultado a la nutricionista Elisa Escorihuela, Directora del Consejo Nutricional Nutt, a lo que nos responde "un rotundo sí. Los sanitarios debemos de hacer especial hincapié en este tema. En la mayoría de nuestros esfuerzos por educar a la población en salud, hablamos de la calidad de las grasas, del consumo de azucares refinados, de aumentar el consumo de frutas y verduras, pero no redundamos en la importancia de utilizar el agua como nuestra bebida principal."
No obstante, y especialmente ahora en verano, contamos con otras maneras de complementar nuestra hidratación y aportar un poco más de regusto a esta bebida.
Agua de sabores
Es tan fácil como agregar a una jarra de agua un trozo de fruta de temporada: sandía, melón, piña, fresas, o también agua de limón con una rama de hierbabuena. Conseguimos de esta manera agua con ligeros toques de sabor a fruta. Algo más sabroso, refrescante y muy sencillo de preparar en casa.
Zumos y batidos naturales
La nutricionista se decanta por los primeros: "la opción más saludable sería triturar las frutas peladas y troceadas con un poco de agua, de esta manera obtendremos un zumo con toda la fibra que se obtiene de la fruta".
Sobre los batidos, apunta que lo ideal es que sean una opción secundaria, precisamente porque la mayoría están desprovistos de esta fibra natural que contiene la fruta.
¿Y qué ocurre con otras bebidas tan habituales como el café o la cerveza?
Existe cierta confusión con respecto a algunas bebidas como el café y la cerveza porque, si bien es cierto que pueden calmar momentáneamente la sensación de sed, no es aconsejable considerarlas como fuentes de hidratación para el organismo.
El café y el té llevan sustancias estimulantes (cafeína) que no son adecuadas para todo el mundo, así que considerarlas fuentes de hidratación no sería adecuado.
Especial atención merece la cerveza, que durante años ha gozado de una fama excelente como fuente de hidratación, "pero nunca deberíamos considerar como tal a una bebida alcohólica”.
La hidratación por medio de alimentos
No debemos olvidar que la hidratación la obtenemos tanto de las bebidas como de los alimentos. Las frutas y verduras, por ejemplo, tienen un alto contenido en agua (más de un 80%) además de azúcares naturales, la fibra, vitaminas y minerales que intervienen en la hidratación.
En cualquier caso la nutricionista es contundente con respecto a nuestra pregunta inicial y reitera que "como principal fuente de hidratación siempre, siempre, siempre elegiremos el agua". Está claro que nadie podrá decir eso de 'de este agua no beberé'.