Tal y como han confirmado los agentes, los encargos se realizaban incluso desde el país de origen de los clientes para tener preparada la cantidad que necesitaban durante su estancia.
La actividad delictiva de este grupo se detectó hace unos meses, y se comprobó que se dedicaba a la introducción y distribución de todo tipo de estupefacientes en el archipiélago mediante una "red estable" de contactos que actuaban de suministradores.
La banda ofrecía a sus clientes de alto poder adquisitivo todo tipo de drogas, como éxtasis, cocaína, "speed", hachís, marihuana o LSD.
El contacto con los clientes se realizaba a través del teléfono cuando se concretaba el tipo, la cantidad y el punto de entrega del estupefaciente. Posteriormente, los miembros del grupo lo transportaban al lugar indicado mediante unas cajas que ellos mismos confeccionaban y que eran adheridas con imanes a los bajos de un vehículo para ocultar la carga.
Tras los tres arrestos, la Policía realizó registros en sus domicilios y se incautó de 200 gramos de cocaína, 10.000 dosis de LSD líquido, 429 gramos de hachís, 511 gramos de marihuana, 420 gramos de "speed", diez folios perforados para la dosificación del LSD (para 20.000 dosis), cuatro vehículos, ocho plantas de cannabis, dinero en efectivo (77.835 euros, 5.631 dólares, 12.125 libras y 10.000 yenes), diverso material para la manipulación de las drogas, cinco ordenadores portátiles y 16 teléfonos móviles. EPF