Lo ha explicado este viernes en declaraciones a los medios la consellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, Dolors Bassa, que ha asegurado que conoce esta llegada, a partir del 1 de junio, a través de las entidades de acogida, ya que el Ministerio lo comunica con solo 24 horas de antelación.
En la planificación de reubicación que hizo pública el Gobierno solo se preveía la llegada a Cataluña de los 23 refugiados que han sido reubicados desde Grecia e Italia esta semana, diez de procedencia siria en Barcelona y 12 de Eritrea en Tarragona.
Bassa ha afirmado que esperan que se reactive la reubicación y el reasentamiento ante la presión social que acompaña la convocatoria de elecciones, y ante los avisos de la UE que recordaron al Estado que no estaba cumpliendo con su compromiso de reubicación.
"El espectáculo que hacen desde el Estado de hacer la foto cuando bajan del avión no la encontrarán aquí", ha defendido la consellera, en el marco de la política de protección a la intimidad con la que las entidades de acogida han gestionado las recientes llegadas de refugiados.