Como salida alguno de estos abuelos ha decidido llamar al Teléfono de la Esperanza. "Aquí no les damos consejos", nos comenta Elvira, una de las colaboradoras, "les escuchamos y les comentamos que es importante hablar con los hijos de la situación en la que se encuentran".
Los abuelos "asumen compromisos que hipotecan incluso su propia vida, sobrepasando sus capacidades físicas o psicológicas", nos explican desde esta organización.
"Yo tuve cinco hijos", nos cuenta Rosa, "ya por entonces no fue fácil y cuidarlos y sacarles adelante, pero lo hice. Ahora también quiero descansar y tener tiempo para mí. Pero eso no quita para que adore a mis nietos, ¡eh! (añade con énfasis), pero no estoy para tantos trotes..."
Efectivamente, el contacto entre nietos y abuelos es tan enriquecedor para los unos como estimulante para los otros. "En España, según las encuestas, el sentimiento que produce en los abuelos cuidar de sus nietos es positivo en más de un 90%", según recoge el libro 'Doble dependencia: abuelos que cuidan nietos en España'.
"Pero todo tiene límites, lo importante es encontrar el equilibrio", añade Elvira.
Según esta organización, lo que más les importa a los abuelos españoles es la familia (un 67%), por encima incluso de su propia salud.
Para que esta labor no caiga en saco roto y se tenga en cuenta a este colectivo, el Teléfono de la Esperanza ha elegido este año al colectivo de los abuelos para hacer una llamada a la sociedad con el denominado 'Día de la Escucha'.
Por qué se produce esta situación
Son varias las variables que intervienen a la hora de que una pareja decida recurrir a sus padres para cuidar de sus hijos.
Por un lado, está el tiempo. Trabajando los dos fuera de casa se hace complicado conciliar la vida familiar con la laboral.
Por otro, las plazas de las guarderías públicas son muy limitadas, denuncia que ya ha hecho la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y las guarderías privadas cuestan un 26 % más caras que las matriculas universitarias. En tiempos de crisis, esto se ha visto agravado. "También nos llama mucha gente preocupada por la crisis, sí", concluye Elvira.