Según ha informado hoy la Guardia Civil, los agentes recibieron la llamada de una mujer "muy asustada" que alertaba de que su ex marido pretendía matarla y que en ese momento se encontraba en un negocio de su propiedad.
Al llegar al lugar los agentes encontraron a la mujer que, "en estado de gran nerviosismo", les comunicó que había sido rociada con un líquido inflamable con intención de prenderle fuego, y que sospecha que su ex pareja se encontraba todavía en el interior del local.
Los agentes localizaron al hombre escondido en el interior del cuarto de baño, de donde salió corriendo con un cigarrillo en una mano y un mechero en la otra, momento en el que fue arrestado.
Según la declaración que prestó la víctima, ella había abandonado a su ex marido, pero éste la había recogido en su trabajo y, por la fuerza, la había retenido en su domicilio, del que la dejaba salir sólo para ir a trabajar.
Los agentes constataron también que el presunto agresor, S.D., de nacionalidad rumana igual que la víctima, tenía doble identidad, ya que fue expulsado de España y al casarse con la mujer tomó sus apellidos.
Por todo ello, S.D. ha ingresado en prisión, acusado de los delitos de homicidio doloso en grado de tentativa y malos tratos continuados en el ámbito familiar, así como falsificación de documento.