En un descuido de un acosador, una menor pudo ver su rostro e hizo una fotografía con su teléfono móvil que posteriormente facilitó a los investigadores su identificación.
La operación se inició como consecuencia de la denuncia interpuesta por la madre de una de las víctimas menores de edad. La mujer relató que su hija de 14 años estaba siendo víctima de amenazas y abuso sexual por parte de uno o varios individuos que, tras contactar con ella a través de Internet y ganarse su confianza, la convencieron para que enviase imágenes de ella desnuda para realizar "cibersexo".
Una vez obtenidas las fotografías comprometidas de la menor, comenzó a sufrir amenazas para que continuase enviando más y se mostrase a través de la "Webcams".
Los arrestados además facilitaban a las víctimas enlaces a páginas web con contenido pornográfico de adultos y niños.
Tras las investigaciones pertinentes, los agentes comprobaron que los "ciberacosadores" eran hermanos y residían en el mismo domicilio.
En el domicilio de los arrestados se localizaron varios archivos de pornografía infantil en uno de los ordenadores y en CD y DVD grabados. Uno de los detenidos tenía un total de 571 contactos -muchos de ellos menores de edad- en la libreta de direcciones del correo electrónico y programas de chat.
Además se han intervenido dos discos duros, un teléfono móvil y diversa documentación. EPF