Imputado por homicidio por imprudencia el padre del niño que murió atacado por un pit bull

INFORMATIVOS TELECINCO 21/05/2010 10:37

Según la prensa gallega, los agentes ya han entregado el atestado con sus investigaciones, en las que aprecian una supuesta inobservancia del deber de cuidado. El día del ataque del perro, los padres, los tíos y el abuelo del niño fueron a trabajar en las obras de otra casa, a cinco kilómetros. En la finca solo quedó la abuela, al cuidado de Iago y de sus dos primos, de dos y cuatro años, que jugaban en el jardín.

El padre había criado al perro desde cachorro en un piso de Vigo y ahora tenía dos años de edad. Era unos meses mayor que el niño, acostumbrado a jugar con la mascota. Hace tres o cuatro meses, el matrimonio emprendió las obras de una casa en Xunqueiras.

Como iban y venían todos los fines de semana, dejaron al animal en la finca de los abuelos. Por ello, el padre le construyó una jaula. El recinto contaba con tres paredes de bloques de tres metros de altura y una verja de barrotes de madera de dos metros. La normativa obliga a que el animal no pueda saltar ni enganchar a las personas que entran en la finca. En este caso, existía la posibilidad de caer al recinto desde otra finca.

No cumplía con la normativa

La ley establece que los animales potencialmente peligrosos que se encuentren en parcelas, chalés, terrazas o patios deben estar atados a no ser que se posean medidas de seguridad en cuanto a altura, cerramiento y superficie para proteger a las personas o animales que se acerquen. Estas mascotas deben tener bozal y una correa de menos de dos metros de longitud no extensible. El pit bull de O Mosteiro tenía un radio de acción desde su caseta a la puerta de la verja, donde enganchó al niño, superior a los tres metros de distancia.

Debido a que la presencia del pit bull en Pazos de Borbén era provisional, el amo no inscribió al animal potencialmente peligroso en el registro municipal, sino que continuó censado en Vigo, su residencia habitual. El número de identificación del microchip que portaba el animal confirma que su registro era definitivo, por lo que tenía licencia en el Registro Gallego de Animales de Compañía (Regiac).

Carecían de la licencia necesaria

La investigación ha desvelado que carecía de licencia para animales peligrosos.

Entre los requisitos para obtener la licencia es obligatorio pasar un examen psicológico y suscribir un seguro de responsabilidad civil por valor de 120.000 euros. Este último, sí lo habían tramitado.

Declaraciones de la familia

La primera versión de la abuela poco después del trágico accidente a los agentes de la Guardia Civil incidía en que el perro estaba encerrado en un recinto al aire libre de hormigón, en cuyo interior disponía de una caseta, y cercado por una verja de madera. Las estacas tenían entre sí espacio suficiente para que el animal sacara la cabeza. El niño se acercó y el pit bull lo enganchó por la cara y el cuello y lo mató.

Según El Faro de Vigo, los momentos posteriores fueron de gran tensión y dolor. La abuela recogió al niño, lo tapó con una manta y salió con él a la carretera pidiendo ayuda.

Una vecina alertó al 061, a la Guardia Civil, al marido de la mujer y a los padres del menor, que llegaron antes de que lo hiciera la ambulancia. El abuelo ahorcó al perro, mientras el padre del niño, desesperado, intentaba el traslado en su vehículo al hospital, cosa que impidieron los vecinos.

Mientras efectivos del 061 luchaban por reanimar y estabilizar al menor, su madre intentó arrebatar la pistola reglamentaria a uno de los agentes de la Guardia Civil para matarse al no poder soportar el dolor de haber perdido a su único hijo.

Ante la tragedia familiar, la Guardia Civil y el juzgado de Redondela optaron por posponer unos días las declaraciones de toda la familia.

El adiestramiento es clave

Los Pitbull, como otras razas peligrosas, son animales violentos por naturaleza, y serán violentos si no son educados para convivir pacíficamente con el hombre.

Pero si se toman las precauciones necesarias y se adiestra al animal desde cachorro, no tiene por qué haber problemas.

Así lo ha demostrado un matrimonio con un bebé que tiene dos perros de raza Pitbull.

Ambos aseguran que no temen por su hijo puesto que han sido responsables y toman todas las medidas preventivas necesarias y se han encargado de educarles. RSO Los mejores vídeos del Mundial, con Silverlight Todas las noticias del Mundial en tu buzón de correo electrónico