La Policía detiene a dos personas sospechosas de provocar un incendio

EFE 12/02/2009 04:36

"Estamos trabajando infatigablemente en esta investigación. Hemos hablado con varios sospechosos. Hay que ir haciendo encajar todas las piezas de las pruebas y recoger información de los distintos grupos para incluirla en nuestras investigaciones", manifestó la jefa de la Policía de Victoria, Christine Nixon.

El caso, bautizado "Phoenix" (Fénix), parte del planteamiento de que los fuegos tuvieron seis orígenes distintos y dos de esos comienzos apuntan a comportamiento malicioso.

La Policía sospecha que el de la zona de Churchill fue provocado y todavía no tiene claro cómo surgieron las llamas en la zona de Marysville, una de las poblaciones calificadas de "zona cero" y donde se teme que hayan fallecido al menos 100 de sus 519 habitantes, aunque hasta la fecha solo se tengan 15 cadáveres.

Las detenciones de las dos personas se practicaron después de que los agentes detectaran una actividad sospechosa al norte de la ciudad de Melbourne, la capital del estado de Victoria.

Las fuerzas de seguridad también buscan a dos sujetos que merodeaban por la zona de Beechworth el martes pasado por la noche cuando unos pirómanos prendieron dos fuegos, que pudieron ser controlados con la rápida intervención de los bomberos.

En Beechworth, en el noreste del estado, hoy continuaba ardiendo un incendio.

Causar un fuego forestal está castigado en Australia con una pena de 25 años de cárcel, pero dada la tragedia de los incendios vividos los últimos días ha llevado a las autoridades a anunciar que si detienen a alguien como culpable de haber provocado alguno de los fuegos le acusarán de asesinato, un delito castigado con pena perpetua.

Al mismo tiempo que los investigadores efectúan su trabajo, más de 4.000 bomberos, 1.000 de ellos llegados de otras partes del país o de otras naciones, continúan sus labores de extinción con el apoyo de 600 vehículos y 28 helicópteros y avionetas.

Una lluvia suave que cayó durante la noche redujo la amenaza de los incendios y ha facilitado el trabajo de los bomberos, además de llevar calma a los habitantes de Victoria por primera vez en seis días.

Las autoridades ha advertido de que si bien la situación ha mejorado aún arden varios frentes, aunque no amenacen a ninguna zona poblada.

Los bomberos han logrado construir las líneas de contención necesarias para evitar que se junten los incendios Yarra y Maroondah, la distancia entre los cuales se había reducido a 18 kilómetros.

Se han controlado también los frentes de Yea y Murrindindi, que amenazaban a las comunidades de Connelly's Creek, Crystal Creek, Scrubby Creek y Native Dog Creek.

Y en el sureste del estado, la región de Churchill recibió hasta 12 milímetros de lluvia y sofocó el peligro

Los incendios de Victoria comenzaron el pasado 7 de febrero, cuando la región meridional de Australia llevaba dos semanas padeciendo una ola de calor sin precedentes que había elevado las temperaturas por encima de los 46 grados centígrados.

Hasta la fecha, los incendios han matado a 181 personas, hay unos 50 desaparecidos, más de mil casas han quedado destruidas y las llamas arrasaron 3.000 kilómetros de terreno, la mayor parte bosques.

Unas 7.000 personas desplazadas se hallan en centros de acogida de la Cruz Roja, pero se desconoce el número exacto de cuántos se cobijan con familiares o amigos o viven en sus vehículos.