Me atendió en su casa, en un bloque de edificios de realojo de Alcorcón. Sentado en un sofá raído de una habitación de paredes desconchadas, mientras su familia esperaba en el salón. Una casa atestada de niños, primos, sobrinos, con el barullo de fondo de un hogar desestructurado, Rafita me cuenta cómo han sido estos 7 años, el acoso de los medios, el horror de aquel día, y su futuro.En su habitación hay dos cuadros pintados por él, uno dedicado a su madre, Manuela y el otro un óleo con letras árabes, dice que le costó mucho, mientras tanto de puertas hacia afuera sigue el intenso jaleo.
En junio estará libre, y se enfrenta de nuevo a dos acusaciones de robo. La polémica está servida: ¿Se ha reinsertado? ¿Si sigue en ese entorno podrá seguir delinquiendo? ¿Es justo que un crimen como éste le haya costado sólo 4 años de internamiento?
Como él dice: "Hago esta entrevista para que me dejen en paz."
Pues ahora mismo dura.
Porque no puedo moverme, no puedo hacer nada, no puedo ir a ningún sitio.
Bastante, más que nada por los medios de comunicación, porque cada vez que hago algo siempre están a la defensiva, ellos siempre vienen a por mi...Como yo era el menor y me echaron cuatro años de régimen cerrado y tres de libertad vigilada, al ser el primero en salir, se me condena más por ello.
Por lo menos para mí sí. Yo por desgracia no viví en un entorno ni en una familia adecuada. Mucha educación tampoco tenía. Por ello, me alegro de haber entrado en el centro, no por lo que sucedió, sino porque me han educado. He aprendido estudios, he aprendido a comunicarme bien con las personas, lo he aprendido todo. Todo lo que sé lo he aprendido gracias a los educadores del centro.
Yo espero que algún día sí. Lo que pasó es muy grave y siempre va a estar en las cabezas de la gente y más en la de la familia de Sandra Palo pero creo que algún día dejaré de ser Rafita.
Todo fue muy rápido y la verdad que bastante grave. No sé que decir, únicamente, pedir muchas disculpas a esa familia, y decirles que me arrepiento mucho de haber estado allí, que fue un día equivocado, y un error como lo puede tener cualquiera, unos más graves otros menos graves, pero todo el mundo los tiene. Soy culpable de haber estado allí, pero creo que un niño de 14 años, como tenía yo entonces, no es consciente ni maduro para saber lo que se está haciendo y lo que no.
Estar en la habitación encerrado sin salir todo el día, todo el día entero desde que amanece hasta que oscurece. No puedo salir de la habitación, es una paranoia, me vienen imágenes y recuerdos de aquella noche, prefiero estar encerrado sin ver a nadie, sin hablar con nadie.
Mi vida ha sido siempre muy delictiva, he tenido una vida que no era para un niño de esa edad. Entonces al juntarme con esas personas me influyeron bastante y decían: "vamos a robar tiendas, vamos a lo otro". Eran muy influyentes para mí. Mi familia siempre me aconsejaba que no fuera con ellos, que un día iba a pasar algo y, al fin, sucedió esa noche.
Me arrepiento mucho. A la familia le tengo que decir que siento mucho haber estado allí y quiero pedirles perdón. Lo que está haciendo esa madre es un valor y un esfuerzo increíble.
Yo sé que ellos no quieren el perdón porque lo único que quieren es más justicia conmigo pero lo siento muchísimo. Sólo les puedo decir que siga a delante y que siga luchando como lo está haciendo esa madre, porque es lo que mejor está haciendo.
Este papel dice (y las otras personas que han testificado también) que yo no hice absolutamente nada. Aquí hay una prueba en la que dice que yo soy inocente, que yo el único error que cometí es haberme equivocado con esa gente y no haber denunciado.
Ahí pone que yo no penetré a Sandra Palo, que yo no estuve allí que me amenazaron de muerte, vamos que yo no hice nada, que soy inocente.
Yo espero que me dejen más tranquilo y que no vengan más periodistas como siempre muy disparados. Espero que esto les influya y que vengan de buenas y que me lo pidan antes.
Llevar la vida que llevo es muy difícil, porque llevar todo a cuestas es muy difícil. Llevo mucho a las espaldas y voy a llevarlo toda mi vida.
Sé que nadie me va a creer porque sólo nosotros sabemos lo que ocurrió aquella noche, pero una cosa así yo no creo que sea para mentir, ya ha pasado y hay que decir la verdad y asumirlo.
La madre de Sandra Palo responde
"Para nada quiero su arrepentimiento ni que me admire ni nada. Eso se lo tenía que haber pensado hace siete años". Son las contundentes palabras de María del Mar, madre de Sandra Palo tras conocer las declaraciones de "El Rafita'.
Tal y como ha explicado a Informativos Telecinco, es un perdón falso. "Cuando se comete un crimen con tanto ensañamiento perfectamente estaban con sus cinco sentidos. Muestras de arrepentimiento no me las creo", insiste.
LA ENTREVISTA A EL RAFITA ÍNTEGRA:
Ahora mismo ninguno la verdad, no puedo moverme, no puedo hacer absolutamente nada.
Trabajar ahora mismo no puedo porque todos los trabajos son visibles al público y, por ello, no puedo ponerme a trabajar en nada.