La lucha de Ramón Sampedro sigue viva once años después de su muerte

CRISTINA GONZÁLEZ SÁNCHEZ 12/01/2009 13:23

"Como pueden ver, a mi lado tengo un vaso de agua conteniendo una dosis de cianuro de potasio. Cuando lo beba habré renunciado -voluntariamente- a la propiedad más legítima y privada que poseo; es decir, mi cuerpo. También me habré liberado de una humillante esclavitud -la tetraplegia-". Así describió Ramón Sampedro en su testamento su muerte tras vivir postrado en una cama durante 29 años.

A Ramón Sampredro le fue denegado el derecho a morir por tribunales de La Coruña y Barcelona . El litigio de este tetrapléjico para reclamar la eutanasia llegó incluso al Parlamento Europeo, ya que su comisión de Derechos Humanos llegó a registrar la petición, después de que agotase la vía jurisdiccional española. Fue el primer español que reivindicó el derecho a morir dignamente.

"Era un soñador que se adelantó dos décadas a la sociedad española. Tuvo un discurso demoledor sobre la libertad del individuo y el derecho a la propia vida. Nadie puede discutir sus argumentos once años después", como explica el presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente, Fernando Marín.

"En estos once años, hemos avanzado un poco. En 2002, entró en vigor la Ley Básica de Autonomía del Paciente que recoge el derecho específico al alivio del sufrimiento mediante una medicina paliativa de calidad y el derecho a rechazar un tratamiento", analiza Marín.

La polémica se repite

Casos como el de Inmaculada Echevarría en Granada que consiguió que la desconectaran del respirador artificial, Chantal Sébire en Francia, o la niña británica Hannah Jones que se negó a recibir un trasplante de corazón y pidió a sus padres que la ayudasen a morir reabren un día tras otro la polémica. Sólo tres países europeos recogen en su legislación la eutanasia. Primero fue Holanda, luego Bélgica y en último lugar Luxemburgo. En Suiza, el suicidio asistido no está penado pero no está regulado.

Fernando Marín considera que la sociedad española está preparada para que se regule la eutanasia. "Muy poca gente está en contra. Sólo personas cercanas al fundamentalismo religioso ya que no existe ningún principio democrático que oblique a nadie a vivir en contra de su voluntad cuando uno considera que su vida ya no tiene sentido. Hay que facilitar el tránsito a la muerte", afirma el presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente.

"El testimonio de Ramón Sampedro tiene un gran valor a nivel mundial. De hecho se ha propuesto el día de su muerte como Día Mundial de la Muerte Digna. Hoy día Ramón Sampedro estaría contento al ver los progresos de la sociedad pero seguiría sorprendido por la hipocresía del Gobierno", puntualiza Marín. Bernat Soria prometió que este tema sería discutido en el 37 Congreso del Partido Socialista. Por el momento, el debate está aplazado.