En esta esquina de la T-4 se amontona el caos a fuego lento desde el viernes pasado pero hoy todavía, medio tapadas, para que la imagen no resulte aún más lamentable, esperaban cientos de maletas.
Pasajeros como David llevan dando tumbos desde el día de la nevada: "Me cancelaron el vuelo, me hicieron ir de Perú a Ecuador y cuando por fin he llegado a Madrid estoy sin maletas". Tiene que llegar a Alemania y no sabe cuando llegará ese momento: "Es inaceptable, yo tenía que estar trabajando desde ayer y ya he perdido dos días".
A los retrasos por el temporal se suma la supuesta huelga encubierta de pilotos por eso la estampa es la de un mar de maletas en una de las terminales que presume de ser de las más modernas de Europa.
Marcelo remueve equipajes en busca de su ordinaria maleta negra: "si fuera de colores sería más fácil de encontrar en este lío inaceptable". Llegó hace dos días de Chile y no sabe cuándo podrá recuperar sus pertenencias. Los viajeros, como él, bucean entre tanto paquete a la caza de su objeto perdido algunos, como esta mujer q ha perdido diez maletas, viajaron el sábado y aún hoy martes no ha encontrado ni una.
El atasco no mejora por eso David sigue peregrinando sala tras sala, reclamación en mano, haciendo colas, atravesando carritos olvidados cargados de equipajes. Todo sin éxito.
La T-4 ha sido la zona cero del caos aéreo en los últimos días pero la normalidad todavía se mueve en un carrito que anda lejos.