Alaska, Virginia Occidental y Wyoming son los únicos estados que no han reportado la enfermedad, que se ha extendido por otros 47 estados y el Distrito de Columbia.
En su informe diario, el organismo informó de que al tratarse de un virus nuevo, la enfermedad puede ser más grave y propagarse en forma más generalizada al no tener defensas como para la gripe común.
Los CDC anticipan que en los próximos días y semanas habrá más casos, más hospitalizaciones y más muertes asociadas a este nuevo virus.
El último fallecido fue el subdirector de una escuela de Nueva York, donde se han cerrado 16 escuelas, tras detectarse nuevos casos de la gripe A.
El departamento de Salud de Nueva York investigaba además si un bebé de 16 meses que falleció el lunes en el hospital después de haber sido ingresado con fiebre alta puede haber sido víctima del virus AH1N1.
De confirmarse esta sería la segunda víctima mortal en Nueva York y la séptima en Estados Unidos, donde además del profesor han fallecido tres personas en Texas, una en Arizona y otra en el estado de Washington.
Naciones Unidas y la industria farmacéutica ultimaron hoy el plan para poder fabricar una vacuna contra la gripe A en caso de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decida que su producción es necesaria.
La OMS mantiene el nivel cinco de alerta de pandemia, de una escala de seis, y ha asegurado que mantendrá la vigilancia porque la posibilidad de una pandemia sigue latente.
La OMS subió a 9.830 la cifra de afectados por gripe AH1N1 en 40 países, incluidos 79 fallecidos.
Los CDC advierten de que la gripe AH1N1 se transmite de la misma manera que la influenza estacional, a través de la tos y los estornudos de las personas que están enfermas con el virus, por lo que recomienda tomar las medidas sanitarias básicas como lavarse las manos con frecuencia y permanecer en casa con los primeros síntomas.
Estos síntomas van desde fiebre, tos y dolor de garganta, hasta dolores musculares, escalofríos y fatiga.