Fuentes de la empresa Móvil Tour confirmaron a Efe que 26 personas perdieron la vida en el accidente, ocurrido en una zona conocida como Cuello de Porcuya.
El autobús, que se desplazaba desde la ciudad de Chiclayo hacia Bagua, cayó al precipicio en un tramo de la carretera Fernando Belaúnde Terry, que atraviesa la sierra de Lambayeque hacia la selva del país.
Por su lado, la Policía manifestó a Efe que ellos solo tienen registrados 11 fallecidos y 18 heridos, y aseguró que no hay extranjeros entre las víctimas.
En ese autobús viajaban oficialmente 41 pasajeros, además del conductor y dos tripulantes, de acuerdo a la información de la empresa, aunque se presume que durante el trayecto subieron otros pasajeros, como suele suceder en Perú.
Esta situación ha provocado malestar entre decenas de personas que buscan desesperadas a sus familiares y posibles víctimas de la tragedia en los hospitales a donde fueron trasladados los heridos, explicó el Canal N de televisión.
Algunas de las versiones proporcionadas por los sobrevivientes apuntan a que el conductor se quedó dormido o que el vehículo presentó fallas mecánicas.
Sin embargo, el representante de Móvil Tour, Melwin Faled, manifestó a Canal N que el accidente se debió al exceso de neblina y el deterioro de la vía a la altura del cerro donde se precipitó el autobús.
Lo que recuerda una de las personas heridas, Margot Ramírez, es que ella salió disparada por la ventana cuando el ómnibus cayó al abismo tras dar varias vueltas de campana, según dijo a Radio Programas del Perú (RPP).
Por su lado, una corresponsal de esta emisora que llegó hasta el lugar del accidente relató más temprano que los cadáveres estaban esparcidos por las laderas del cerro.
Las fuentes policiales, que aún mantienen la cifra de 11 muertos, indicaron que un grupo de fiscales partió hacia el lugar de la tragedia, situada en una zona remota y sin conexión telefónica.
El accidente de hoy es uno de los peores registrados en 2009.
A mediados de abril pasado, 20 personas murieron y 14 resultaron heridas cuando un autobús se estrelló contra un camión cisterna en la provincia de Cañete, al sur de Lima, mientras que en enero, 30 personas perecieron cuando otro ómnibus interprovincial cayó a un abismo en la provincia de Chota, en la sierra norte.
Los accidentes de tránsito sufridos en las carreteras de Perú durante 2008 dejaron 875 muertos y 5.307 heridos, de acuerdo a datos oficiales.
Para la Defensoría del Pueblo, el Estado tiene "profundas debilidades" para prevenir los accidentes de tránsito, ocasionados en su mayoría por autobuses y camiones.