Los hechos se comenzaron a conocer en septiembre, cuando la profesora de la niña de cinco años se percató de que esta tenía varios hematomas en la parte baja de la espalda, tal y como informó The Dallas Morning News.
Al parecer, en un primer momento la pequeña comentó que no sabía de dónde provenían las heridas, luego cambió de versión y explicó que se había caído en el recreo y por último indicó junto a su hermana de 10 años que su padre les azotaba a menudo, según relata BuzzFeed News.
Tras advertir a la policía de los hechos, los agentes encargados del caso encontraron diversos golpes en los brazos y en las piernas de la niña de cinco años, en una información que recoge KSAT12. Las heridas se encontraban en diversas etapas de curación. Por ello, los Servicios de Protección Infantil impidieron que las dos niñas y su hermano, de tres años, volviesen a su casa.
Pero aún existían varios hechos de los que no se tuvieron constancia hasta que se realizaron los exámenes médicos y las entrevistas con la policía. Y es que, al parecer, James Chalkley, de 32 años, y la madrastra de los niños, Cheyanne Chalkley, de 22 años, pegaban de forma reiterada, incluso con descargas eléctricas, a los hijos. Incluso la mujer indicó en una declaración jurada que los habría golpeado más si hubiesen sido hijos biológicos suyos.
Y no sólo eso, las dos hermanas indicaron que su padre untó las heces húmedas de los gatos que vivían con ellos en la cara de la hija de cinco años. Y además, le obligaron a cepillarse los dientes con un cepillo untado en las mismas heces de los animales. Al parecer, hizo esto porque el hombre se encontró las heces en su armario y pensó que sus hijos no habían querido limpiarlo. Incluso la niña de cinco años ha indicado que su padre le obligó a utilizar un collar de perro en la espalda, brazos y piernas.
De este modo, Oxygen informa que James ha sido acusado de un cargo de lesiones a un niño y Cheyanne de dos cargos de lesiones a un niño.