Cuando el terrier maltés "Charlie" estaba a pocas horas de la muerte, los veterinarios encontraron la solución para salvar su vida: el alcohol. El perro ingresó en la clínica veterinaria después de intoxicarse con polietileno glicol, una sustancia empleada en el líquido de frenos de los vehículos.
Según cuenta 'Herald Sun', el animal lamió el líquido en el interior de un garaje cercano a la ciudad australiana de Melbourne. La dueña del animal llevó rápidamente a su mascota a la clínica veterinaria más cercana ya que la insuficiencia renal podía causar la muerte en cuestión de horas al animal.
Los veterinarios suministraron 700 ml de vodka al animal a través de un tubo por la nariz y por vía intravenosa. El alcohol contrarrestó los efectos de la intoxicación, de forma que el animal pudo salvar la vida.
Jacinta Rosewarne, dueña del perro, se mostró muy contenta después de que los veterinarios encontraran la solución para salvar la vida de su mascota. "Con tanto alcohol estaba dando tumbos y vomitando como un borracho", bromeó Rosewarne una vez que abandonó la clínica junto a su animal.
El gerente general de "Animal Urgencias Dr. Scott Hall" dijo que había visto varios casos similares. "El alcohol puro es suficiente para alterar los productos químicos anticongelantes y para que puedan ser expulsados del cuerpo de un animal de forma segura", explicó.