Kasey Simmons, un camarero de la cadena de restaurantes Applebee's, estaba realizando de manera normal su jornada laboral cuando, de repente, le dieron la mejor noticia que podía recibir: una propina de 500 dólares en una cuenta que no llegaba ni siquiera al medio dólar.
En el establecimiento donde trabaja una familia le dejó sorprendentemente tal cantidad de dinero. No, no fue ninguna equivocación. Fue un acto de agradecimiento, donde se le recompensó por un acto de amabilidad que Kasey había tenido el día anterior con la abuela de la familia.
El pasado lunes, Kasey vio cómo una anciana no tenía dinero para pagar la compra que había hecho en Kroger, una cadena de supermercados estadounidense. La cajera no permitió que la señora se llevara los artículos que necesitaba, así que Simmons decidió pagárselo él, una cuenta de 17 dólares, unos 15 euros al cambio.
Al día siguiente, la familia de la anciana apareció en el restaurante donde Kasey trabajaba, pidieron lo más barato de la carta y le dejaron la tan formidable propina de 500 dólares. Además, también dejaron sobre la mesa una nota de agradecimiento. En ella se explicaba que ese día era el tercer aniversario de la muerte de su marido.
Simmons leyó la nota para la WFAA, una cadena local de noticias: “En uno de los días más deprimentes del año, hiciste que el día fuera maravilloso para ella. Usted se empeñó en pagar y le dijo que era una mujer muy hermosa”. La nota añadía: “No he visto sonreír tanto a esa mujer desde que mi padre murió”.
Una bonita historia que hace volver a creer en la humanidad. Las buenas acciones, al final, tienen su recompensa. Si no, que se lo digan a Kasey Simmons.