Así, ha expresado, en declaraciones previas a la inauguración este jueves en Sevilla del I Congreso de Ciudades Amigas de la Infancia, que la Junta "no va a dejar de atender a ni uno solo de estos menores". Por otro lado, ha recordado que "no se está hablando un asunto nuevo", pues ya el Gobierno andaluz a finales de 2009 denunció a una familia por este asunto.
Por otro lado, ha afirmado que "es una situación que ponemos en conocimiento de la Justicia como lo se hubiera hecho exactamente igual si se produce en España", añadiendo en esta línea que, "si se produce un abandono o si hay unos padres que dejan a unos niños en la puerta de un centro para que se le atienda sin motivo aparente de desamparo, lo ponemos en manos de la Justicia para que intente localizar a los padres".
En relación a los casos de los menores marroquíes, ha explicado que los niños tienen contacto "habitual" con sus familias y la situación socioeconómica es "buena", si bien, ha aclarado que este segundo elemento "no es determinante a la hora de declarar un desamparo". No obstante, ha precisado que "cuando hay contacto con los padres, cuando éstos se preocupan por los menores y cuando los propios niños afirman que sus padres los visitan en verano, no puede ser Andalucía la que siga haciéndose cargo de todos aquellos menores que quieran venir hasta aquí".
En estos momentos, según ha indicado Navarro, Andalucía cuenta con 911 menores inmigrantes en la comunidad que están siendo atendidos por el sistema de protección de la Junta y ha reiterado que "ni uno solo de estos niños dejará de ser atendidos", pero "tenemos que poner en conocimiento de la Justicia los casos que entendemos que no tienen que estar en el sistema de protección", ha manifestado.