"Porque las cosas con los hombres pueden ir bien o mal y yo no podía soportar que fueran mal, como había pasado en mi familia por culpa de mi padre".
Giulia Pezzullo hacía una vida hiperactiva, a base de largas caminatas, deporte hasta el agotamiento físico total. Los huesos sobresalientes al punto de provocar moretones, ha publicado The Huffington Post.
Es la historia que la joven italiana de Treviso, al norte del país, cuenta en su blog 'El hilo rojo'. "Un mes entero abrazando la estufa porque siempre tenía frío y a pesar de todo salía a caminar muchos kilómetros."
El sufrimiento vivido por ella y que muchos enfermos de anorexia reconocen como suyos. "Nunca había tenido en cuenta mi aspecto físico, no había amado en particular el deporte, antes tenía un montón de amigos y me reduje a estar siempre sola".
Giulia Pezullo terminó en Urgencias, en un hospital de su localidad, en una camilla: "me sentía omnipotente, cuando en realidad no era consciente".
Toda la familia pendiente de ella, el padre que le lleva al hospital un tartar de atún para instarla a comer, sus hermanas que la arropan, su exnovio que la fotografia con el tubo de oxígeno conectado y su cuerpo enflaquecido.
Los médicos decidieron que debían colocarle una sonda para alimentarla, pero la joven dijo que podía hacerlo ella misma.
Tres años después Giulia Pezzullo está curada y este mes de noviembre ha abierto un blog para ayudar a los que sufren desórdenes alimentarios. Se lo prometió a una joven que murió de anorexia el pasado día 5. Se conocieron a través de Facebook y se hicieron amigas en su lucha.
Chateando con esta amiga, esta le dijo que sufría de anorexia desde hacia 10 años, que había pedido ayuda, pero no encontró confianza. Giulia comprendió algo importante: que ella no se curó solo, por su valentía, ni por su suerte.
"Yo he tenido a mi lado a mi familia,a mis amigos y a mi novio, pero solo los médicos pueden ayudarte de verdad".
Ahora se mantiene haciendo psicoterapia y estudia para trabajar como maestra infantil.