Por ello, ha subrayado que "será difífil llevarlas a cabo" si no se revierten los actuales recortes en educación, que, según indica, han provocado la disminución de las plantillas de los centros docentes, a la supresión de programas y al aumento de la ratio profesor-alumno, entre otras consecuencias.
"ANPE no se opone a la decisión de incorporar al sistema educativo este tipo de evaluaciones que han de ser estructuradas y coordinadas por el Ministerio para que resulten efectivas --ha explicado el sindicato-- Pero la valoración de las competencias, destrezas y habilidades del alumno y la evaluación de su aprendizaje deben traducirse en refuerzos y apoyos positivos para el alumnado, que le ayuden a alcanzar sus objetivos".
Por otra parte, ha pedido al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que las evaluaciones las lleven a cabo funcionarios docentes externos al centro, en lugar de empresas privadas, con el fin de garantizar "la objetividad, la independencia y la eficacia" de las mismas.
ANPE ha pedido además que las pruebas sirvan para que cada centro conozca su propia situación y aplique mejoras y no para establecer una "clasificación" o "ranking" que convierta la actividad de los centros en "una carrera anual para supeditar el aprendizaje a los resultados de la pruebas".
El sindicato ha manifestado también que considera "insuficiente" el diseño de la prueba final de bachillerato, que contará con 350 preguntas tipo test con cuatro preguntas a elegir.
"El diseño de estas pruebas es insuficiente para evaluar la adquisición de determinadas competencias: destrezas y habilidades como la expresión oral y escrita, la resolución de problemas y valorar la capacidad de síntesis, entre otras --ha criticado-- Dicha prueba está muy alejada de evaluar la madurez del alumno en su proceso de aprendizaje".