La primera de las agresiones tuvo lugar en la calle Felipe de Paz, cuando dos encapuchados con pasamontañas atacaron con arma blanca a un seguidor que iba acompañado de otros aficionados del club galo, han explicado los Mossos en un comunicado.
Según ha dicho el director de Mossos, Albert Batlle, en un desayuno informativo, el ataque se produjo por la espalda, los testigos afirman que no se podía identificar a los agresores porque iban con la cara oculta, y que no hubo pelea previa sino que "fue de forma imprevista".
La puñalada acertó a la víctima en la zona del pulmón llegando a tocar la pleura, y -según fuentes del Hospital Clínic, donde continúa ingresado- está estable, consciente y orientado, y no se dará más información sobre su estado por expreso deseo del paciente.
Fuentes de la investigación han explicado a Europa Press que una de las líneas de investigación apuntan a que los agresores son "seguidores radicales y violentos del FC Barcelona", por lo que se estudia si se trata de un caso de violencia en el fútbol.
En declaraciones a Rac1 recogidas por Europa Press, uno de los acompañantes de la víctima ha explicado que llevaban la camiseta de su equipo y que los que les atacaron no llevaban ninguna simbología: "Todo fue muy rápido, duró unos 20 segundos".
"Fueron directamente a pegarnos. Golpearon a mi amigo y yo intenté escaparme. Después me giré y vi que él no podía escaparse porque los tenía encima", ha explicado el compañero de la víctima, también de nacionalidad francesa, y que ha confirmado que su amigo está grave porque recibió tres puñaladas, aunque fuera de peligro.
Segundo ataque
El segundo ataque tuvo lugar instantes después del primero, en la avenida Madrid, otra vía en los aledaños del Camp Nou, donde tres jóvenes seguidores del PSG fueron asaltados por varios individuos, que no son los mismos que en la primera agresión, aunque también hirieron con un arma blanca a una de las víctimas.
El herido leve también fue hospitalizado aunque ya ha sido dado de alta y los Mossos d'Esquadra no descartan que se pueda tratar de un robo ya que ni agresores ni agredidos llevaban distintivos de ningún equipo.
Batlle ha explicado que con este tipo de asuntos hay que mantener la guardia en alto: "No nos podemos recrear y ser autocomplacientes diciendo que todo va muy bien, que hay territorios que están exentos".