Según expone la asociación en comunicado, la actividad de pubs y discotecas es una fuente importante de ruido, por lo que la ampliación de los horarios de cierre "supone aumentar los perjuicios que producen a los vecinos".
"Con esta regulación se pisotean derechos fundamentales de la persona como son la integridad física y moral, la intimidad personal y familiar, la salud, la inviolabilidad del domicilio y el derecho a una vivienda digna", agregan.
La viabilidad económica de un pub o de una discoteca depende en gran medida de su buena o mala gestión, incluso de circunstancias externas -especialmente en una situación de crisis económica como la actual-, siendo erróneo sostener que una ampliación de horarios es garantía de un incremento de ganancias, ya que lo único que garantiza es un incremento de costes -laborales, consumo de energía o servicios auxiliares.
Además, y contrariamente a lo que sostiene la Orden, la organización cree que esta ampliación de horarios puede ser contraproducente para el sector turístico, "ya que las vacaciones son, ante todo, un periodo de descanso y relajación", siendo una de las principales motivaciones de los turistas a la hora de decidir su destino.
La armonización de los intereses de los titulares de establecimientos de restauración, ocio y espectáculos con el debido respeto al descanso de los ciudadanos pasa, y así se lo hemos planteado a la Administración regional, por diferenciar las zonas de uso residencial, donde los horarios de cierre han que ser respetuosos con el horario de descanso de los vecinos, y las zonas de uso recreativo y de espectáculos, terciario o industrial, en las que puede haber mayor flexibilidad y amplitud de horarios de funcionamiento, concluye Pedro Pérez Piernas, presidente de la Asociación 'No Más Ruido' Barrios de San Nicolás, Santa Catalina y San Pedro de Murcia.