El crucero averiado con casi 4.500 personas llega entre vítores a San Diego

AGENCIA EFE 11/11/2010 18:48

Los 3.299 pasajeros y 1.167 tripulantes pudieron ver la costa californiana después de tres días de espera, nervios y algunas penurias, como la falta de sanitarios, que acabaron con las que iban a ser unas vacaciones con destino a la Riviera mexicana.

El atraque puso fin a la "pesadilla" de días sin luz ni comunicación con tierra firme, según describieron algunos de los pasajeros a la prensa.

Los problemas empezaron en la madrugada del lunes, cuando un incendio en la sala de máquinas dejó sin electricidad al crucero de casi 300 metros de largo que había partido de Long Beach (California).

El navío tuvo que ser operado mediante generadores y motores auxiliares en el océano Pacífico, a unos 241 kilómetros al sur de San Diego.

Finalmente, los equipos de rescate remolcaron y escoltaron el crucero hasta el puerto, con el apoyo del portaaviones "USS Ronald Reagan" y buques de la Marina de México.

Desde el primer momento de la avería, la tripulación se mantuvo en contacto con los guardacostas de Estados Unidos que enviaron a su personal para proveer de asistencia, agua y comida a las personas abordo.

Los casi 4.500 pasajeros tuvieron que organizarse en largas filas para poder recoger el agua potable, comida fría y sandwiches que las autoridades distribuyeron.

La falta de baños, que no podían operar sin electricidad, fue uno de los problemas que surgió en un principio, pero la empresa comunicó que la mayoría de ellos habían sido puestos en funcionamiento de nuevo.

Los pasajeros recibirán un reembolso del viaje, los costes de transporte y alojamiento para volver a sus hogares, y un crucero igual al costo que pagaron por el viaje suspendido, según informó en un comunicado la empresa Carnival.